viernes, 7 de febrero de 2014

EL PAPIRO 7Q5

ESTO ES UNA MALA NOTICIA PARA TODO LOS QUE CREEN QUE EL NUEVO TESTAMENTO SE ESCRIBIÓ EN HEBREO, ¿PARA QUE EL ETERNO DIOS IVA A MANDAR A LOS APÓSTOLES ESCRIBIR EN UN IDIOMA QUE APENAS SE USABA ? CUANDO HABÍA QUE DARLO A CONOCER A TODO EL MUNDO ADEMAS DEBÍA SER UN IDIOMA MAS PRECISO Y AMPLIO PARA EXPRESARSE Y PARA DAR  CONCEPTOS Y QUE EL TIEMPO NO LO HARÍA IR AL OLVIDO. HOY EN DÍA MAS DE 2500 AÑOS DESDE ARISTOTELES , PLATON, ETC. EL GRIEGO SIGUE SIENDO EL IDIOMA PADRE Y GUÍA DE LA CIENCIA, LA ASTRONOMÍA,LA MEDICINA ETC. NO FUE CASUALIDAD EN ABSOLUTO QUE SE ESCRIBIERA EN GRIEGO. EL ETERNO DIOS ES OMNISCIENTE , EL LO SABE TODO. 



Un papiro revolucionario: 7Q5


Entrevista al p. José O'Callaghan, S.J.
por Germán Mckenzie González

Los hallazgos de las 11 cuevas de Qumrán cerca del Mar Muerto, en Israel, ocurridos de 1947 a 1956, han representado ciertamente un acontecimiento de la mayor importancia para la mejor comprensión de la Sagrada Escritura y del ámbito histórico en el que se desarrolló la Iglesia de la primera hora.

Se trata del más grande descubrimiento de manuscritos antiguos. Son textos de la biblioteca de la comunidad de Qumrán, una suerte de monasterio en el que, en opinión de los más destacados especialistas, un sector del grupo de los esenios llevaba una vida dedicada al trabajo y la oración. Sus habitantes pertenecían a uno de los principales grupos religiosos en que se dividía el judaísmo anterior a la destrucción del Templo de Jerusalén, en el año 70 d.C.
Papiro de la Sagrada EscrituraLa casi totalidad de los textos y fragmentos contenidos en las 11 cuevas del complejo qumránico está redactada en hebreo y arameo y son pergaminos (es decir, pieles tratadas utilizadas para escribir). Sólo la cueva 7 -descubierta en 1955- presenta la particularidad de contener en su totalidad papiros (una suerte de papel confeccionado en base a la planta cyperus papyrus), y además escritos en griego.
Es precisamente esta cueva la que llamó la atención del experto papirólogo José O'Callaghan, sacerdote jesuita español que inició su investigación en ella cuando elaboraba un catálogo de los papiros que contienen secciones de la llamada Versión de los Setenta, una traducción del Antiguo Testamento al griego preparada en Alejandría por los judíos en el siglo III a.C., para su utilización entre sus hermanos de religión más familiarizados con el griego que con el hebreo o arameo.
Apasionado por la investigación papirológica, el p. O'Callaghan se sumergió de lleno en la cueva 7, familiarizándose con los fragmentos allí contenidos. Un día comenzó a aprovechar sus ratos libres para -como él mismo lo dice- «entretenerse» ensayando una identificación del papiro inventariado con el número 5, es decir, determinar de qué libro del Antiguo Testamento formaba parte ese trocito de papiro. Éste estaba datado a más tardar como del año 50 d.C. y mide 3.9 cm. en su parte más alta y 2.7 cm. de ancho. El punto de partidapara el estudioso fue la combinación de letras «nnes», que aparecía claramente legible en la cuarta línea.
Tras sucesivos intentos fallidos en los lugares que consideraba más probables, tuvo la idea de buscar entre la literatura del Nuevo Testamento. Al principio no encontró nada, pues su clave de búsqueda se orientaba hacia las genealogías, pero luego vino la sorpresa. En un primer momento el resultado lo mantuvo entre el asombro y la incredulidad: el 7Q5 correspondía a Mc 6,52-53. Tras nuevas y más rigurosas investigaciones, y reiteradas interconsultas con otros expertos, en 1972 publicó un artículo en el que explicaba los resultados de su trabajo. Éste se extendió al intento de hallar otros fragmentos neotestamentarios, por consejo de académicos con los que iba consultando. Al lado de la clara identificación del 7Q5, buena parte de los otros intentos de identificación de los papiros griegos de la cueva 7 quedaban algo inseguros. Se inició así una intensa polémica, sorprendente por la aspereza y la abundancia de argumentos ad hominem más que científicos utilizados por algunos de sus opositores. Posteriormente se hicieron mayores estudios. Hoy, luego de más de 20 años, las rigurosas investigaciones de O'Callaghan vienen siendo respaldadas por más y más papirólogos de renombre. A pesar de ello todavía ofrecen resistencia numerosos biblistas, qumranólogos y críticos textuales. Las conclusiones definitivas del p. O'Callaghan, a publicarse hacia el mes de setiembre de este año, no han hecho sino confirmar aquella identificación inicial del 7Q5 como correspondiente a Mc 6,52-53.
Doctor en Filosofía por la Universidad de Madrid, Doctor en Filología Clásica por la Universidad de Milán, el p. O'Callaghan ha enseñado en importantes centros de estudio europeos. Es profesor emérito del Pontificio Instituto Bíblico de Roma, donde enseñó Papirología y Paleografía Griega, y Crítica textual. Allí fue también Decano de la Facultad Bíblica. Actualmente se desempeña como Director del Seminario de Papirología del Instituto de Teología Fundamental de Sant Cugat del Vallès, en Barcelona.
¿Cuál es la razón de tanto revuelo? ¿Cómo se fue madurando la identificación del 7Q5 hasta las conclusiones definitivas? ¿Qué implicancias tiene para la ciencia bíblica el hallazgo de un fragmento de un texto del Evangelio según San Marcos datado a más tardar como del año 50 de nuestra era? Éstas y otras interrogantes fueron abordadas en la entrevista que amablemente concedió el p. O'Callaghan a «Vida y Espiritualidad».
 

¿Cómo sintetizaría usted el significado de haber identificado el fragmento 7Q5 con Mc 6,52-53?

El aporte al haber identificado el 7Q5 es la aproximación al Jesús histórico que éste nos permite. Según algunos estudiosos estaba cortada la línea de unión con el Cristo histórico, porque no sabríamos nada de Él. Pero resulta que si ahora tenemos un papiro del año 50 d.C. del Evangelio de San Marcos, como dice muy bien la destacada papiróloga Orsolina Montevecchi, que a lo más está datado unos 20 años después de la muerte del Señor, y si éste también nos habla de tres milagros del Señor, entonces tocamos ya, con el testimonio de un papiro, al Cristo histórico.
¿Podría contarnos algo del camino que ha recorrido desde 1972 y que culmina con la confirmación científica de esta identificación?
Me pasó aquí lo que me ha pasado otras veces, más aún antes, cuando en mi ciencia se trabajaba sin ayuda de la informática y las cosas eran más difíciles. A veces en los momentos de dificultad científica, cuando no se ve clara la salida a un problema y asoma el desánimo, viene una intuición particular que esclarece la situación, que ilumina el camino y halla algo nuevo. Algunos me han preguntado si ha sido una gracia especial de Dios. Y yo respondo: gracia de Dios, sí, porque todo lo que tengo y realizo es en el fondo gracia de Dios, pero no inspiración divina particular. Yo honradamente creo que no. Ha sido una intuición científica, evidentemente, por la cual doy gracias a Dios.
La primera recepción de mi artículo aparecido en la revista Biblica: ¿Papiros neotestamentarios en la cueva 7 de Qumrán?, del año 1972, fue muy polémica. Entonces personas de mucha autoridad científica me dijeron textualmente: «Ni usted ni yo veremos el final de la polémica internacional, porque es fortísima. Va usted contra la opinión internacional». Opinión internacional, por lo demás, ubicada entre la mayor parte de los estudiosos de la Biblia en el campo protestante y en el campo católico.
¿Estamos hablando de la perspectiva de R. Bultmann, que establece una separación entre el Jesús histórico, que sería absolutamente inaccesible, y el Cristo de la fe, que sería para él elaboración de la primera comunidad cristiana y que es aquel que ha llegado a nosotros consignado en el Nuevo Testamento?
Pues, sí. Y entonces, claro, esto es fortísimo. En realidad el papiro es pequeño y ofrecía ciertamente dificultades. Por aquel entonces todo no se acababa de ver totalmente claro.
Al comienzo no contesté los ataques de estudiosos famosos como el profesor Kurt Aland especialmente, los de los especialistas de la Escuela Bíblica de Jerusalén, etc. Ellos me atacaban fuertemente, pero más que argumentos científicos de peso eran ataques personales de gran resonancia internacional. Yo veía, por los argumentos que me permite la ciencia de la papirología, de la que conozco, que no tocaban el meollo de la cuestión. Eran ataques de poco contenido científico papirológico.
Entonces empecé a responder con rigurosidad atendiendo a los argumentos y no a las personas, hasta que me cansé de contestar. Pensaba que perdía tiempo y energías en un debate que planteado en esos términos no valía la pena. En la revista Studia Papyrologica contesté bastante; también en la revista Biblica.
Luego el asunto se durmió porque no recibí respuesta a mis artículos de esclarecimiento. Ya no publicaban nada y se hizo un silencio sobre el tema. Sin interlocutores yo ya no respondía a nadie. El asunto quedó dormido hasta que el papirólogo anglicano Carsten Peter Thiede, profesor alemán, se presentó a mi despacho con su señora cuando yo era Decano de la Facultad Bíblica del Pontificio Instituto Bíblico de Roma, y me dijo que había seguido la polémica y que estaba convencido de que los ataques que había recibido mi hipótesis eran inconsistentes. Él quería elaborar un libro sobre mi identificación.
Después de investigar por su parte, publicó un libro en Alemania del cual se ha hecho, me parece, la quinta edición. En castellano se titula: ¿El manuscrito más antiguo de los Evangelios? El fragmento de Marcos en Qumrán y los comienzos de la tradición escrita del Nuevo Testamento. La obra se ha traducido también al holandés y al italiano. Además Carsten Peter Thiede ha escrito otro libro en inglés, también traducido al francés.
El asunto, como ve, se ha difundido. Se trata de un científico de mucha categoría. Lo conozco y lo respeto mucho, como es natural.
Entonces fue él quien reanudó el tema. Éste estaba dormido, no estaba muerto. Thiede no lo resucitó, sino que más bien lo despertó de nuevo. Y así ha venido toda la nueva época del asunto del 7Q5.
¿Cuál fue la importancia del Simposio realizado en la Universidad de Eichstätt, en Alemania, en octubre de 1991?
Fue grande. Me invitaron pero no quise asistir para que los participantes tuvieran completa libertad de hablar en favor o en contra. Lo que hice fue enviar una carta, que se leyó, agradeciéndoles su interés y ofreciendo mis oraciones para que encontraran la verdad. Allí grandes eminencias estuvieron a favor de la identificación, otros no, pero en general la opinión fue favorable. Me ofrecieron sus trabajos. Eran norteamericanos, alemanes, franceses, belgas... ningún italiano ni español.
Se movieron en un ambiente de alta ciencia internacional, publicando luego unas actas que, en general, estaban a favor de mi posición. Posteriormente F. Rohrhirsch publicó un libro en favor de mi identificación y en contra de la postura del profesor Kurt Aland y su escuela, quienes en su análisis informático de todos los factores relacionados al 7Q5 se habían equivocado al dar un programa a la computadora, y lógicamente la computadora, con un programa equivocado, dio resultados equivocados, inválidos.
Y entonces usted vuelve a asumir el estudio del 7Q5 en profundidad e ingresa a la última etapa que culmina con el libro que publicará en breve...
Con todos esos precedentes y demás aportes -incluso algunos que por ser a veces contrarios a mi tesis no dejo de valorar y agradecer- y con todo el material recogido de los estudiosos que han querido establecer otras identificaciones para el 7Q5, he ido ahondando en mi investigación. Gracias a un cálculo de probabilidades solicitado por mí al eminente profesor Alberto Dou, Doctor en Matemáticas y Miembro de la Real Academia de las Ciencias de Madrid, queda claro que el fragmento del papiro no puede corresponder a otros textos... ¡y es que no casaba con ninguno! Este estudio se consigna largamente en el epílogo del libro que estoy a punto de editar: Los testimonios más antiguos del Nuevo Testamento. Papirología neotestamentaria. Allí declaro y pruebo científicamente, desde un punto de vista papirológico, que el 7Q5 esMc 6,52-53. Y después incluyo la aportación del estudio matemático del profesor Dou. El asunto está decididamente probado y es decididamente seguro, cosa que también me ha dicho, desde el punto de vista de las posibilidades matemáticas, el mismo profesor Dou.
Hablemos sobre las diferentes objeciones y problemas planteados a la identificación. Según algunos hay un primer obstáculo y es que el estudio se hizo usando como base fotos y no el papiro mismo...
En primer lugar le voy a contestar como papirólogo. A un papirólogo no siempre le es posible viajar a San Petersburgo, a Nueva York o a donde fuera para estudiar un papiro, pues eso supone un presupuesto con el que nosotros no podemos contar. Eso es evidente. Lo que hacemos es, desde nuestros lugares de labores, trabajar por medio de fotografías, a veces infrarrojas. Eso es lo usual en papirología.
En segundo lugar, es completamente falso que yo no haya trabajado con los papiros originales. El hoy cardenal Martini, quien fuera Rector del Pontificio Instituto Bíblico cuando propuse mi identificación por primera vez, en cuanto salió el primer artículo en 1972, me pidió que fuera a trabajar una semana completa alMuseo de Jerusalén. Y mi visita a los santos lugares fue en gran parte a la sala de papiros de dicho museo. Tuve, sí, el gran consuelo de celebrar la Misa en el Sepulcro del Señor, que la había preparado ya con tiempo, pero por lo demás lo que hice fue verificar lecturas en el 7Q5, lecturas que eran obvias ya en la fotografía a rayos infrarrojos. Y el mismo año publiqué un largo artículo en la revista Biblica en base a las notas tomadas en las investigaciones directas en el Museo de Jerusalén.
Y es curioso, porque -como he dicho- yo he visto y he trabajado una semana con los originales, C.P. Thiede ha estado 5 veces allá, mientras que el profesor K. Aland, cuya memoria respeto y a quien reconozco lo mucho que ha hecho en el campo de la crítica textual, solamente ha trabajado con fotografías y nunca ha ido a Jerusalén. Fue paradójicamente él quien atacó duramente mi hipótesis diciendo precisamente que mi identificación había sido realizada ¡trabajando solamente con fotografías!
Hay otro asunto papirológico y es el de las tentativas de realizar otras identificaciones del 7Q5 distintas a la suya. Allí está la de la profesora Spottorno con Zac 7,4-5. Otros estudiosos, como Julio Trebolle por ejemplo, en un libro recientemente editado, hablan de que son posibles diferentes identificaciones del papiro. ¿Qué dice usted al respecto?
Que es completamente falso. Y lo digo, como papirólogo, con toda claridad. Todo lo que afirman a nivel papirológico yo lo analizo en profundidad -como le decía- en el epílogo de mi libro. Esas alternancias que proponen, como papirólogo... ¡da pena verlas! Parece que aquí quieren, más que iluminar, desorientar y hablar por hablar. ¡Se han propuesto como identificaciones textos que no casan en manera alguna!
Siempre he dicho, desde el comienzo, que si a mí me prueban que esto no es del Evangelio de San Marcos,yo lo acepto en seguida. Pero han querido distorsionar la realidad... En la obra que está a punto de salir tengo un apartado llamado: «Presupuestos científicos para la identificación». Y según lo que allí expongo se ve que es evidente que en las propuestas de sus alternancias no se ha tenido en cuenta lo más elemental de la metodología científica. Y esto lo digo de manera absoluta.
En concreto, de qué estamos hablando... ¿de letras que no existen en el papiro original?
Cuando uno hace una identificación, si es verdadera, ésta se acomoda a lo que se ve en el papiro, a la disposición de las letras y demás. Si la identificación no se acomoda a lo que se ve en el papiro, uno duda en seguida y dice: «Esto no es el papiro, sino otra cosa». Estas significaciones alternativas que han propuesto en verdad dan pena en el plano científico. En el caso de la profesora Spottorno, a quien a nivel personal respeto mucho, ella reconstruye en base al 7Q5 un pasaje que no es igual al de Zacarías con el que pretende identificarlo, sino una especie de paráfrasis del mismo... Así pues, si no es el mismo pasaje, ¡cómo identificarlo con él!
En estas pretendidas identificaciones, ¿se respeta la «verticalidad de las letras» que se deriva de la medida esticométrica (número de letras por línea) del rollo al que el papiro perteneció?
No, en modo alguno. Ni la «verticalidad de las letras», ni la lectura. Porque además de que no se acomodan al papiro, las letras que proponen no se ven en el mismo. No digo sólo que completas, ni siquiera incompletas, ni siquiera rasgos.
En papirología las letras completas no tienen ninguna dificultad; las incompletas pueden ser de lectura segura o de lectura incierta. Pero si se encuentra en un documento antiguo, por ejemplo, en nuestro alfabeto, un triángulo arriba, se completan las diagonales hacia abajo y se dice que es una «A». Pero si se encuentra un triángulo no se puede poner allí una «S». ¡Pues estas supuestas identificaciones alternativas hacen cosas así, es increíble!
Otra objeción es aquella que afirma que el papiro es demasiado pequeño para poder hacer un trabajo serio con él...
Esto a uno que no sea papirólogo le puede llamar la atención, pero a un papirólogo no le llama la atención porque hay papiros más pequeños, como por ejemplo el correspondiente a la Samia (cuyo código es P. Oxy. XXXVIII 2831), obra de Menandro, que mide 2.4 cm. por 3.3 cm. Para su identificación el papirólogo británico E.G. Turner modifica el texto y realiza un cambio fonético que no se encuentra en ninguna otra. Esta identificación ha sido aceptada por todos.
Hay otros ejemplos. El papiro neotestamentario publicado por C.P. Thiede, de la colección Bodmer, es muy pequeñito. Además está también el caso del papiro que fue identificado en la cueva 7 de Qumrán como del Antiguo Testamento, de la Carta de Jeremías, en el que se presenta una identificación textual que los identificadores arreglan como pueden, a base de una versión latina. Además las únicas palabras que se leen con toda seguridad allí son oun, «pues», consecutivo, y autous, «a ellos». En todos estos casos nadie ha puesto ninguna dificultad a pesar de ser mucho más pequeños que el 7Q5.
Hay otro asunto respecto del 7Q5 y es el de la letra incompleta que algunos han leído como una «I» y usted ha leído como «N»...
Hay una letra que yo leo como «N» en relación a la cual me dijeron los de la Escuela Bíblica de Jerusalénque aquello era -textualmente- «absurdo». Decían que era absurdo el ver allí el trazo vertical izquierdo de una «N» -la ny mayúscula en griego es como la N en castellano-. Esto se llevó entonces al Departamento de Investigación y Ciencia Forense de la Policía Nacional de Israel, y con aparatos de la tecnología moderna, concretamente con el estéreomicroscopio, vieron que en el trazo vertical al que nos referimos, en la parte superior, descendía parte del trazo oblicuo descendente correspondiente a una N. Está, pues, científicamente establecido.
Ahora, la letra que sigue, por más que algunos vean una eta -que en el alfabeto mayúsculo griego es como una «H»- yo no la veo. Y aunque una eta en ese lugar casa perfectamente con mi identificación, como deseo ser honesto científicamente, cuando el profesor A. Dou hizo los cálculos de probabilidades que le solicité, le dije que en la posición que aquella letra ocuparía, pusiera un punto, porque yo simplemente no la veía.
El hecho de que se haya recurrido a la policía técnica israelí, que no tiene ningún interés en la polémica, garantiza la imparcialidad de la información que sirvió para determinar la letra...
En algo, pero no en lo fundamental. La objetividad de la identificación se garantiza por el rigor científico del trabajo en su conjunto. Le diré otra cosa para que vea la honestidad del procedimiento. Siempre que publiqué un artículo defendiendo mi postura, siempre publiqué la fotografía a rayos infrarrojos. Los que atacaron la identificación nunca publicaron nada, solamente hablaban. Aquí hay ya una diferencia de proceder científico. En este deseo de honestidad se llegó a un extremo de máximo rigor científico de agotar todas las posibilidades de investigación, y se llevó así el papiro a la policía israelí, la misma que es completamente imparcial en la materia propia de estas identificaciones.
Se ha hablado también del cambio de delta por tau que se debe realizar para obtener la identificación. Es un aspecto del que han tratado C. Roberts, Pierre Benoit, M.E. Boismard y otros.
Sí. Y cuando vi que algunos asumían esto como una objeción fui a la biblioteca del Pontificio Instituto Bíblicoy escribí una nota que se publicó en la revista Biblica sobre la frecuencia del cambio delta-tau en los papiros bíblicos. Y repito lo que dijo la profesora Montevecchi, una eminencia en papirología: objetar ese cambio dedelta-tau casi hace reír por lo admisible del cambio. Y es que de hecho existen numerosos casos del mismo error, incluso hasta en un grabado en griego hecho sobre piedra en tiempos de Herodes, donde es evidente que se había de tener mayor cuidado al escribir.
En el campo de la crítica interna hay otras observaciones. Una de ellas cuestiona la identificación realizada por usted porque exige la eliminación de 9 letras, aquellas correspondientes a la frase«epi ten gen» que aparece en la versión griega más común del Evangelio de San Marcos.
De esto también habla O. Montevecchi. Yo podría contestar con sus palabras, que son mucho más autorizadas que las mías y absolutamente imparciales. Si el cambio delta-tau, como he explicado ya, no significa nada extraño -y hablo como papirólogo-, omisiones como la del «epi ten gen» son un caso conocido y aceptado. El mismo C. Roberts, cuando publicó el papiro p52, aquél famoso del Evangelio de San Juan,realizó su identificación omitiendo unas letras. Y es que en el verso (Jn 18,37-38) hay una repetición, en el texto originario de San Juan, que dice: «Yo para esto (eis touto) he nacido y para esto (eis touto) he venido al mundo» (v. 37). La segunda vez del eis touto, que es lectura ordinaria en el texto conservado hoy, por razones esticométricas la omitió el mismo Roberts, guiado por la «verticalidad de las letras» del texto en el margen derecho del papiro, considerando su texto como una variante más breve. Y es bien conocida la entusiasta acogida y general aceptación de la identificación del p52, correspondiente al año 125.
No quiero hablar de otros varios papiros bíblicos cuya identificación, a pesar de presentar variantes «absurdas», ha sido aceptada por todos los especialistas. Sólo me limito a citar un trozo de papiro (más pequeño que el 7Q5), el p73 (=P Bodmer I). En este insignificante papiro, entre el recto y verso sólo se leen con seguridad ocho letras. Pues bien, la identificación de este papiro con el texto de Mt 25,43 y 26,2-3, ha sido aceptada sin ninguna dificultad. Claro que en este caso el papiro está fechado en el siglo VII.
¿No le parece digno de tener en cuenta el argumento del profesor Metzger que busca cuestionar la identificación porque, afirma, para realizarla se hace necesario aceptar dos excepciones en un pedazo muy pequeño de papiro?
¿Qué excepciones son?
La del cambio delta-tau y la del «epi ten gen».
Esto que dice el profesor Metzger me pareció muy oportuno, porque la personalidad científica de Metzger la respeto mucho. Somos amigos. Pero el argumento que da es desencajar la cuestión. Puede ser que en un trozo de pequeño papiro haya una serie de variantes porque precisamente allí coinciden. Además, en este caso, estas variantes no tienen cuerpo, no tienen volumen suficiente para hacer dudar de la identificación porque no tienen, cada una de ellas, un peso significativo de generación de duda.
¿Es decir que, en resumen, existen papiros aceptados a los cuales se les ha concedido bastantes más excepciones y nadie se ha hecho ningún problema?
Así es. Existen muchos papiros más. Y es lo que digo siempre, y lo repito ahora: si este papiro fuera del siglo VII, sería fantástico, pero claro, es del siglo I y por ello no se acepta. Y yo sólo comprendo estas reservas por las consecuencias que trae esa aceptación.
Hay quien hablaba de una intencionalidad apologética en usted...
Si me dicen esto es como para ponerme un sambenito. Yo trabajo siempre con rigor científico y he hecho otras identificaciones, por ejemplo una que presentaron un grupo de profesores alemanes de Berlín como un trozo de prosa que yo lo identifiqué como del poeta Teócrito. Ahora me pregunto: ¿qué apologética he hecho con esta identificación? Entonces y ahora mi proceder es científico.
En el caso del 7Q5 la identificación realizada no fue buscándola, sino que simplemente se produjo. Además, el llegar a ella fue curiosidad en mi descanso... «hacer crucigramas en griego», sencillamente.
Siguiendo adelante hablemos de las conclusiones del cálculo de probabilidades, la prueba matemática. ¿No interfiere en algo el cambio de tau por delta que usted ha señalado?
De hecho yo le advertí de esto al profesor Dou, pero hay que suplir la equivocación del escriba. Matemáticamente, sin embargo, en la primera hipótesis de trabajo (él trabaja con cinco hipótesis distintas que en conjunto dan resultados favorables a la identificación que propongo) influye poco este cambio consonántico.
En el caso de la eta que usted ha dicho que no veía claramente...
En ese caso le pedí al profesor Dou que no la considerara y que pusiera allí un punto, que denotaba a una letra desconocida. El resto de las letras seguras del papiro se han considerado como tales.
Por otro lado se ha utilizado como base la misma esticometría (longitud de cada línea de la columna del texto) de mi identificación, es decir con el mismo número de espacios o letras y con un cambio de entre 20 a 23 letras, pues siendo letras que se hacen a mano no siempre su cantidad es constante en cada línea.
La primera hipótesis simplemente considera el número de letras y su ubicación, sin distinguir ninguna...
Sí. Se trata de un cálculo puramente matemático, sin identificar ninguna letra... Al hacerlo, la probabilidad de que se encuentre un arreglo que convenga al 7Q5 es de 1 contra 36 mil billones. Para entender esto se puede explicar que cuando se tira una moneda al aire la probabilidad de que salga cara es 1 contra 2. Así, la probabilidad en este caso es 1 vez entre 36,000'000,000'000,000 de posibilidades.
Esta cifra se reduce, es decir que la probabilidad es mayor, cuando se atiende al conjunto de letras de un texto expresivo literario, que es diferente de la hipótesis anterior de un texto inexpresivo matemático.
En el caso de un texto expresivo literario hay más probabilidades que en el caso anterior de que el fragmento 7Q5 coincida con otro texto diferente de Marcos...
Sí, pero la probabilidad en este caso es de 1 contra 900 mil millones... es decir que no hay realmente ninguna. Se trata de 1 vez entre 900,000'000,000 de opciones. Esto es seguro, porque entre este conjunto de miles de millones, matemáticamente hablando, es absurdamente imposible que pueda encontrarse una identificación, porque ésta es única y es con Mc 6,52-53.
Tanto en el primer como en el segundo caso, el asunto es científicamente seguro. Todos los detalles de ésta como de todas las hipótesis de trabajo del análisis del profesor Dou estarán consignados en el epílogo de mi próxima obra, como ya dije.
Hay una tercera hipótesis...
Ésta se refiere a una esticometría más larga, pues en el trabajo con las matemáticas buscamos agotar todas las posibilidades de variación. En este caso la probabilidad de una identificación del 7Q5 con un texto que no sea el de Marcos es de 1 contra 430 billones. Se trata de 1 vez entre 430'000,000'000,000 opciones. Nuevamente el resultado es muy claro.
Incluso hay un resultado más...
Los análisis del profesor Dou lo llevan a afirmar que en el caso de descubrirse en el futuro cualquier documento con el que el fragmento 7Q5 pudiera identificarse, ese documento y Mc 6,52-53 serían textos no independientes. Es decir que, eventualmente, cualquier otro texto que se descubra susceptible de sustentar una identificación del 7Q5 tendrá que ver con dicho pasaje de Marcos. Todo esto va a salir en el libro.
Usted se siente íntimamente convencido como científico de que su identificación es cierta...
Ahora sí, al comienzo no estaba tan firmemente convencido. Era una hipótesis muy probable. Ahora sí estoy seguro.
Dejando de lado el tema de la identificación propiamente tal del texto, acerca de la datación del texto...
La datación la hizo Roberts, el gran paleógrafo de Oxford. Quizás ahora van a poner más dificultades al respecto, pero hasta el momento nadie se había molestado. El profesor Fitzmyer decía en un artículo que como no se puede cambiar la datación, no han de aceptar la identificación del 7Q5. Ahora, como no se puede cambiar la identificación, han de buscar cambiar la datación.
¿Habría la posibilidad de utilizar el método del Carbono 14 para precisar la datación?
No, es imposible, porque habría que quemar el papiro... En pedazos de papiro más grandes sí es posible hacerlo, pero en este caso implicaría la pérdida total del mismo.
En relación al mismo tema de la datación, hay algunos, entre ellos el ya mencionado investigador K. Aland, que afirman que el papiro debía ser posterior al año 50.
El profesor Aland no era paleógrafo, o sea que con gran respeto a sus trabajos de crítica textual, en el campo de la paleografía prefiero otras opiniones.
Además existe un problema de por medio que es el paso del rollo al códice, ¿podría usted explicar algo de esto?
En el Simposio de La Sorbona, en París, realizado hace unos pocos años, recuerdo exactamente que los especialistas se pusieron de acuerdo y se puede decir que hacia el año 80 d.C. se dio el paso del rollo al códice; no matemáticamente, sino poco a poco se fue cambiando y cambiando, hasta que finalmente se pasó al códice, sobre todo para facilitar la difusión del Nuevo Testamento. Era más fácil enviar libros, códices, que rollos, complicadísimos de ser manejados.
En el caso del papiro 7Q5 tenemos un pedazo de rollo, lo que implica que sea anterior al año 80 d.C., que fue cuando éstos dejaron de ser utilizados...
En realidad anterior a cuando se cerraron las cuevas de Qumrán, hacia el año 68 d.C. O sea que ya por arqueología y por historia, por precisión histórica, este fragmento 7Q5 es muy antiguo.
Entre los métodos paleográficos, ¿cuáles se utilizaron para datar el papiro antes del año 50 d.C.? ¿Qué tiene que ver el llamado Zierstil («estilo elegante») con todo esto?
Cada estilo paleográfico (estilo de escritura) tiene un nacimiento, un desarrollo y una muerte. Es en base a estos estilos y a sus ciclos de vigencia que se puede saber la datación de un manuscrito. La datación la realizó el profesor Roberts, de Oxford, muy reconocido como ya he dicho. Otro profesor, uno de gran categoría de Italia, cuyo nombre no menciono porque me lo dijo confidencialmente -no tenía interés en que saliera su nombre en esta cuestión- sostuvo: «Como máximo este papiro es del año 50 d.C.». El que me dijo esto es para mí el mejor paleógrafo bíblico del mundo.
Es decir que paleográficamente el papiro 7Q5 tiene un estilo que está determinado entre un rango de años y por eso es posible datarlo...
Sí, este rango de años va del 50 a.C. al 50 d.C.
Puede ser que este estilo tenga una ramificación, pero hay que tener en cuenta una cosa: algunos de los papiros de la cueva 7 de Qumrán tienen rasgos que son muy interesantes, se encuentran rasgos paleográficos de los papiros de Herculano, de Italia. Entonces tal vez aquéllos se escribieron en Roma... En fin, hay una serie de cosas muy interesantes, enigmáticas todavía.
¿Tendrá que ver eso algo con la inscripción que se encontró en el ánfora de la cueva 7, que decía«Roma»?
Esto lo afirman algunos. Yo no soy técnico en ese campo y no me atrevo a sostenerlo. Gente más autorizada lo podrá decir. Esto mismo nos lo sugirió un profesor del Pontificio Instituto Bíblico, pero en cambio el destacado especialista en Qumrán Yigael Yadin dijo que no, que se ponía solamente el nombre del propietario o el contenido, mas no el origen geográfico... Pero a lo mejor el contenido era: «manuscritos de Roma». Se trata de algo que está abierto a la investigación.
Al hablar del 7Q5, ¿ante qué estamos? ¿Ante un trocito del Evangelio de San Marcos? ¿De qué versión del mismo? ¿De una fuente de Marcos?
Esto no lo sé. Algunos dicen que es fuente. El hoy cardenal Martini sostuvo algo al respecto e incluso, creo, lo publicó: habiendo un cambio de sección (entre los versículos 52 y 53 del capítulo 6 del Evangelio de San Marcos), es un texto ya formado. Hay un parágraphos, un hueco en blanco, que implica un punto y aparte. Pero, una vez más, eso sale de mi especialidad y por ello no puedo opinar. Otros lo dirán.
También hay otras señales que permiten hacer esta identificación con Marcos, por ejemplo el uso reiterado de la palabra «kai» (en castellano «y»), si no me equivoco...
Bueno, claro, es que no hay autor clásico que empiece un párrafo con «kai», como es el caso del papiro 7Q5. Éste comienza una sección en el versículo 53. Y si se tiene en cuenta que en Marcos más del 90% de las perícopas empiezan con «kai», mostrando un griego muy vulgar -que también hay que decir que es propio del Evangelio de Marcos-, los argumentos en favor de la identificación aumentan.
La verticalidad de las letras, el detalle del parágrafo, el «kai», el mismo hecho de que sea una lectio brevior(una lectura más breve debido al asunto del «epi ten gen»)... todos estos hechos llevan a O. Montevecchi a afirmar que si no hubiera esto, dudaría de que el papiro fuera antiguo.
Hablemos un tanto sobre las reacciones, como por ejemplo la del profesor Ravasi, quien mostrando desconocimiento del tema afirmó, respondiendo a la propuesta de identificación del 7Q5 con el mencionado pasaje de Marcos, que se trataba de un papiro con letras hebreas. ¿Qué hace que pueda darse esa falta de objetividad?
Esto en vez de preguntármelo a mí, pues habría que preguntárselo a él.
¿Usted no se ha hecho ninguna idea sobre el asunto?
Es que esta ligereza es algo increíble... Ravasi, que es un hombre muy competente en algunas cosas, ¡ni siquiera parece haberse dignado ver el papiro! Aparece clarísimamente «kai», aparece clarísimamente la tau,aparece clarísimamente también «nnes»... ¡Y dice que esto es hebreo!
¿No ve usted en esto, en el fondo, una discusión entre preconcepciones de pensamiento exegético?
Pues parecería que sí. Aquí hay un trasfondo de escuelas o mejor de posiciones. Claro que lo veo... La gente eminente del mundo que tiene su posición científica y demás, ¿cómo iba a cambiar por la propuesta de un joven desconocido en el campo bíblico internacional? En el papirológico yo era conocido, pero en el campo bíblico no. Si no se es un papirólogo de verdad, verá cosas o no verá cosas superficialmente...
¿Qué le dice a usted que las críticas provengan más de los exegetas que de los papirólogos, siendo que aquél no es propiamente su campo?
Lo que dice Herbert Hunger, quien ha sido Director de la colección de papiros de la Biblioteca Nacional de Austria, entidad de la mayor importancia para la papirología, tiene mucho de razón: Yo no hablo ni como teólogo ni como biblista, hablo como científico y papirólogo, y como científico digo que O'Callaghan tiene razón.
Lo que dice O. Montevecchi también es importante: Esto no quita ni pone nada, pues aunque no sea este papiro de San Marcos, el cristianismo no pierde nada.
Y ahora también se debe tener en cuenta a los que se oponen a la identificación que propongo. Que frente a sus prejuicios hagan gala de una más ecuánime y científica apreciación de las cosas.
Aun cuando su trabajo sobre el 7Q5 no es un intento apologético, aun así tiene consecuencias importantes para el anuncio de la fe en nuestro tiempo, sobre todo en lo que se refiere a la historicidad de los Evangelios. ¿Cómo ve usted esto?
Una cosa es que yo como sacerdote me alegre mucho, pero otra cosa es que un sacerdote haya llevado el agua a su molino. Cuando hacía una consideración final, ahora tras haber discutido y hablado con rigor científico, encontraba que como sacerdote estoy encantado de la vida, más aún considerando que mi lucha inicial fue muy difícil -yo había pasado entonces las primeras votaciones para seguir como catedrático en elPontificio Instituto Bíblico y me lo jugaba todo como científico; era muy arriesgado para mí meterme en el asunto del 7Q5-. Y es que soy un convencido de que la investigación de la verdad necesariamente lleva a Dios, quien es la Verdad. Ahora como sacerdote, es cierto, no podía minimizar mi expectativa de que la identificación del 7Q5 con Marcos fuera verdadera, pero en ningún momento hice apologética, porque repito que trabajar así sería inaceptable. Tras los resultados finales de la investigación estoy encantado de que esto haya sido verdad. Esto no lo puedo negar.
¿Y qué consecuencias prácticas le ve usted? ¿Cree que es una puerta para que algunas personas vuelvan los ojos a la fe?
Bueno, esto lo verá cada uno. Yo no sé qué va a hacer la gente. Pero si esto se acepta, por la misma solidez científica que tiene, papirológica, matemática, creo que puede ayudar a que algunos puedan decir sí. Yo repito sin embargo mil veces lo mismo: este papiro no me ha aumentado en lo más mínimo la fe, porque mi fe está por encima de todos los pápiros y códices. Pero la fe supone la racionalidad humana, por consiguiente estoy contento de que la identificación que propuse pueda afirmarse con certeza.
Finalmente, si usted vuelve ahora su mirada hacia atrás, ¿qué lectura hace de esto que ha llamado una «aventura científica»?, ¿cómo ve las cosas a la luz de los años?
Bueno, ha sido todo. Ha sido bendición, ha sido prueba, ha sido calvario, ha sido gloria, han sido momentos intensos... Pero ante todo ha sido el esfuerzo de servir a Dios y a la Iglesia desde mi ministerio sacerdotal y mis estudios científicos.


Cortesía de la Revista Vida y Espiritualidad, VE mayo-agosto de 1995, año 11, No.31.

La versión electrónica de este documento ha sido realizada por VE Multimedios. Derechos reservados (©) VE Multimedios.

El texto en versión electrónica puede ser reproducido por razones pastorales siempre que se mencione que ha sido realizado por VE Multimedios.




Valle del Mar Muerto.
El descubrimiento de las cuevas del Mar Muerto significó el mayor
 descubrimiento de la historia para los estudios bíblicos, la arqueología
 bíblica, la papirología y otros muchos estudios y disciplinas
 relacionados. Se trataba de los documentos más antiguos
 conservados con dataciones que iban de entre el año 50 a. C.al 50
 y que daba credibilidad a la estructura bíblica veterotestamentaria.
Pero muchos estudiosos buscaron además respuestas 
a los orígenes del cristianismo y de personajes del siglo I como

El papiro primordial de la interpretación de O'Callaghan fue el 7Q5 y sólo a partir de esa propuesta 
desarrolló las demás interpretaciones. La identificación de restos de papiro antiguo no es novedosa y para ello 
se han desarrollado programas que contienen toda la literatura antigua conocida. El punto central en relación 
con los papiros de 7Q y con la excepción de 7Q1 y 7Q2 es que los mismos no coincidían ni con la literatura
 griega antigua ni con los textos del Antiguo Testamento.
 Los intérpretes originales no experimentaron con 
textos del Nuevo Testamento por varias razones:
  1. No se tiene evidencia de la presencia de textos neotestamentarios dentro de las cuevas de Qumrán.
  2. La antigüedad de los papiros de 7Q son anteriores al año 50,
  3.  Lo que los pone a fechas anteriores a las dataciones tenidas como oficiales de los documentos
  4.  del Nuevo Testamento.

 Fragmento de papiro, bastante deteriorado, desfasado a derecha. Superficie rugosa, la parte de
 atrás es lisa. La escritura pertenece al estilo 'Zierstil' y es datable entre el 50 a.C. y el 50 d.C.
 La altura de las letras es de 2 a 3 mm. (1.3). Líneas de 7 a 9 mm.6
Descripciones básicas:
  • Escrito en estilo ornamentado o "Zierstil": Este estilo de los escribas fue utilizado entre los años 50 a. C.
  •  y 50 (época herodiana).7
  • Número de renglones: 5.
  • Scriptio: Continua, es decir, sin interrupción de espacios y frases.
  • Dimensiones: 3,9 de altura máxima por 2,7 centímetros de anchura máxima.
  • Número de letras: 20.
  • Número de letras legibles: dato no seguro.
  • Distribución espacial de las letras: insegura porque, si es el texto de Marcos, faltan tres palabras en comparación con el texto actual.
  • Color: Castaño claro grisaceo.
  • Color de la tinta: Negro.
  • Lados escritos: Una sola cara.
  • Nota: Se nota una pequeña pausa entre la última y la penúltima letra visible del segundo renglón.8


Vean mas información en wikipedia si lo desean, 

pueden ir desde este mismo blog en la parte de la derecha del blog.

http://es.wikipedia.org/wiki/Papiro_7Q5

martes, 4 de febrero de 2014

EL VATICANO EL MONTE DE VATIKA








mentiras titanicas 

Este post no es una crítica a la Iglesia ni al Papa, Dios me libre, sólo la constatación de un hecho histórico.
En el año 330 el emperador Constantino I el Grande traslada la capital del Imperio Romano a Bizancio – renombrada como Constantinopla -, que tras la escisión se convertirá en la capital del Imperio Romano de Oriente.
Roma, la eterna capital del Imperio, queda huérfana del poder terrenal pero no del espiritual que asumió el obispo de Roma, Silvestre. Esta autoproclamación y reconocimiento de Roma como la sede del papado había que fundamentarla en argumentos “sólidos” para que nadie pudiera cuestionarla. Así que, manos a la obra.
En el Evangelio según San Mateo (cap. 16):
Y viniendo Jesús á las partes de Cesarea de Filipo, preguntó á sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?
Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; y otros; Jeremías, ó alguno de los profetas.
El les dice: Y vosotros, ¿quién decís que soy?
Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, mas mi Padre que está en los cielos.
Mas yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
De esta forma se designaría a Pedro como el primer Papa y, hábilmente, Silvestre sitúa a Pedro en algún momento en Roma para demostrar que la “capital” del cristianismo debía ser Roma. De la estancia de Pedro en Roma no hay ninguna prueba… pero tampoco de que no estuvo (¿flojo argumento o mentira?).
Sabiendo que esta argumentación era un poco peregrina, buscaron una argumentación que no dejase lugar a dudas y se sacan de la manga un documento:
Donación de Constantino: según este documento se reconocía al Papa Silvestre I como soberano, se le donaba la ciudad de Roma, así como las provincias de Italia y todo el resto del Imperio romano de Occidente
En el año 1440 el humanista Lorenzo Valla descubrió que el documento era totalmente falso. Para entonces, el poder del Papa estaba tan asentado que nadie se atrevió a cuestionarlo.

Donación de Constantino

La Donación de Constantino (LatínDonatio Constantini) es un decreto imperial 
apócrifo atribuido a Constantino I según el cual, al tiempo que se reconocía como

 soberano al Papa Silvestre I, se le donaba la ciudad de Roma
las provincias de Italia y todo el resto del Imperio romano de Occidente
creándose así el llamado Patrimonio de San Pedro.
La autenticidad del documento era puesta en duda ya durante la Edad Media,
 pero el humanista Lorenzo Valla 
pudo demostrar fehacientemente en 1440 que se trataba de un fraude de la curia romana, 
ya que mediante el análisis lingüístico
 del texto no podía estar fechado alrededor del año 300.

Introducción[editar · editar código]

El largo proceso de acercamiento entre el pontificado y el reino franco que comienza 
en el pontificado del Papa Gregorio Magno (590-604), alcanza uno de sus puntos 
culminantes en la unción real con la que el Papa Esteban II 
constituyó al mayordomo palatino Pipino el Breve como rey de los francos y 
patricius romanorumdando por extinguida la dinastía merovingia (752). 
De este modo el Papa se arrogaba la capacidad de traspasar la dignidad real de una 

dinastía  a otra y a la vez, como contrapartida, concedía al rey de los francos la capacidad 
de intervenir en los asuntos italianos. De hecho Pipino cruzó los Alpes en dos ocasiones 
para reconquistar vastas regiones de la península italiana de manos de los lombardos y
 las donó a san Pedro, el Príncipe de los Apóstoles; de este modo se 
constituyeron en pleno siglo VIII los estados de la Iglesia, y el Papa 
quedó convertido en un monarca temporal.
Cuando se hizo necesario justificar semejante innovación jurídica (de facto los pontífices
 ejercían ya una no bien determinada jurisdicción gubernativa desde las invasiones bárbaras)
 se recurrió al viejo método medieval de "inventar" un documento que retrotrajese en el tiempo 
la situación que se daba en el presente. Este fue el nacimiento del
 documento que ha pasado a la historia como la Donatio Constantini (ss. VIII-IX).

Efectos de la "Donación"[editar · editar código]

La "Donación de Constantino" indicaba que el papa Silvestre I había recibido del emperador
 romano Constantino I el derecho de gobernar la ciudad de Roma y sus alrededores
 de la misma manera que un monarca temporal, sosteniendo además derechos del
 Papado para intervenir en los asuntos políticos de Italia y del Imperio Romano de Occidente
así como de una sucesión de territorios adicionales (Grecia, Judea, Tracia, Asia Menor, África),
 formando así una autoridad religiosa dotada de poderes gubernamentales.
La Donación de Constantino fue mencionada por vez primera en una comunicación del papa 
Adriano I a Carlomagno, a inicios del siglo IX, pero fue utilizada en un documento oficial recién
 a mediados del siglo XI cuando textos de la "Donación" son citados por el papa León IX 
como argumentos para requerir a Miguel I Cerulario, patriarca ortodoxo de Bizancio, 
que debía reconocerse la sujeción del Imperio Bizantino a la sede papal de Roma 
en tanto solamente a ésta correspondía la jefatura universal del cristianismo.
En ese requerimiento de León IX se informaba a Miguel Cerulario que los derechos del
 Papado no surgen de simples rumores o costumbres sino de la "Donación de Constantino",
 documento emitido por Constantino el Grande. Posteriormente, en las querellas 
entre el Papado y el Sacro Imperio Romano Germánico, la "Donación" sirvió como
 argumento para justificar el "derecho" del Papa a gobernar territorios en Italia y 
conducirse como un monarca efectivo de esos territorios, que fueron conocidos como 

Descubrimiento del fraude[editar · editar código]

Ya el emperador Otón III había dudado hacia el año 1000 de la autenticidad de la "Donación de 
Constantino", pero en general los intelectuales de la Edad Media europea no cuestionaban su
 veracidad. El interés por el estudio del latín y del griego a inicios del siglo XV causó que varios
 escritos y documentos de la antigüedad grecorromana fueran analizados nuevamente gracias 
a los nuevos conocimientos adquiridos por los estudiosos humanistas de la época.
Precisamente fue en 1440 que el humanista italiano Lorenzo Valla demostró que la "Donación" 
era un engaño pues el análisis lingüístico del texto incorporaba giros idiomáticos y palabras
 que no existían en el latín de los años finales del Imperio Romano. Incluso el texto mostraba 
la palabra "feudo" que era un concepto desconocido en Europa a inicios del siglo IV

por lo cual la fecha de redacción de la "Donación" debía ser forzosamente posterior. 

Pocos años antes, el cardenal y humanista Nicolás de Cusa también había planteado que 

el documento apenas constituía una falsificación.
Al mismo tiempo el análisis de Valla fue reforzado por el teólogo y escolástico inglés 
Reginald Pecocke,quien reafirmó tras un análisis idiomático que la "Donación" debía ser 
sin duda un fraude, al ser imposible que tal documento hubiera sido escrito en el año 300. 

Oficialmente el Papado jamás ha declarado la falsedad de la "Donación" pero

paulatinamente dejó de ser invocado como sustento legal para la existencia de los Estados 

Pontificios desde mediados del siglo XV. Inclusive, ni siquiera fue citado en la

 Bula Inter Caetera de 1493 cuando el Papado se atribuyó facultades para dividir 

el Nuevo Mundo entre España y Portugal.

Posible origen[editar · editar código]

Se ha sugerido, desde entonces, que la "Donación de Constantino" fue un texto redactado 
posiblemente hacia el año 750, cuando el papa Esteban II debía negociar con Pipino el Breve
rey de los francos, para que dicho monarca asegurase al Papado un territorio propio en Italia 
donde ejercer autoridad gubernamental. En tal situación, el papa Esteban II convalidó que
 Pipino usurpase el trono de Francia y derrocase a la legítima dinastía merovingia, a cambio 
que Pipino otorgase al Papado los territorios italianos que el Reino de Lombardía había 
arrebatado al Imperio Bizantino.
Para lograr este fin se habría utilizado la apócrifa "Donación de Constantino", por el cual el
 Papado elaboró un documento supuestamente emitido en los últimos años 
del Imperio Romano, para utilizarlo como argumento legal con el que sostener los "derechos" 
papales a gobernar vastas regiones de Italia.

EL Vaticano


La colina del Vaticano es un cerro ubicado al otro lado del río Tíber desde los tradicionales siete colinas de Roma. Es la ubicación de la Basílica de San Pedro.
Los antiguos romanos tenían diversas opiniones sobre la derivación de las Vaticanus palabra latina. Varro conectado a un Vaticanus Deus o Vagitanus, una deidad romana cree que dotar a los recién nacidos con la capacidad para el habla evidenciado por su primera gemido. Explicación bastante complicada de Varrón refiere esta función a la deidad tutelar del lugar y de las competencias avanzadas de voz que posee un profeta, como en conserva por la tarde anticuario Aulo Gelio:
Se nos ha dicho que la palabra Vaticano se aplica a la colina, y la deidad que lo preside, desde el vaticinia o profecías, que tuvo lugar allí por el poder y la inspiración del dios, pero Marcus Varro, en su libro sobre Las cosas divinas, da otra razón para este nombre. "Como AIUs," dice él, "se llamó a una deidad, y un altar fue construido a su honor en la parte más baja de la nueva carretera, ya que en ese lugar se oyó una voz del cielo, por lo que esta deidad fue llamada Vaticanus, porque presidió los principios de la voz humana, para los niños, tan pronto como nacen, hacer el sonido que constituye la primera sílaba en el Vaticano, y por lo tanto se dice que vagire palabra expresa el ruido que un niño hace primero ".
San Agustín, que estaba familiarizado con las obras de Varrón sobre la antigua teología romana, menciona esta deidad tres veces en La Ciudad de Dios.
Vaticanus es más probable que se derivan, de hecho, a partir del nombre de un asentamiento etrusco, posiblemente llamado Vatica o Vaticum, ubicada en el área general de los romanos llamaban Ager Vaticanus, "territorio del Vaticano". Si existiera tal acuerdo, sin embargo, no hay rastro de que se ha descubierto. El fasti consular conservar un personal Vaticanus nombre en la mitad del siglo quinto antes de Cristo, de la relación desconocida por el nombre del lugar.

La topografía de la antigua Roma

Vaticanus Mons era casi siempre un nombre en latín clásico para el Janículo. Cicerón utiliza la forma plural Vaticani Montes en un contexto que parece incluir la Colina Vaticana moderna, así como el Monte Mario y la colina de Janículo.
El Vat. o Campus Vaticanus era originalmente una zona de nivel entre el Vaticanus Mons y el Tíber. Durante la época republicana, era un sitio malsano frecuentado por los indigentes. Calígula y Nerón utilizan el área para ejercicios de carros, como en el Gaianum, y la renovación se sintió alentado por la construcción del Circo de Nerón, también conocido como el Circus Vaticanus o simplemente el 
Vaticano
La ubicación de las tumbas cerca del Circus Vaticanus es mencionado en algunas fuentes tardías.
Vaticanus Mons llegó a referirse a la moderna Colina Vaticana como resultado de llamar a toda la zona del "Vaticano" a través de su identificación con el circo. Uso cristiano del nombre fue impulsado por el martirio de San Pedro allí. A partir del siglo cuarto dC, comenzó la construcción de la Basílica de San Pedro Viejo en un cementerio que es el sitio tradicional de la tumba de San Pedro. Alrededor de este tiempo, el nombre de Mons Vaticanus se estableció en su uso moderno, y la colina de Janículo se distingue de ella como la Ianiculensis Mons.

Otro cementerio cercano se abrió al público el 10 de octubre de 2006 para conmemorar el 500 aniversario de los Museos Vaticanos 


El nombre mismo de "Vaticano" tiene un origen oscuro. No es latino ni griego, ni es de origen bíblico. En realidad, la palabra que asociamos con la Iglesia es de origen pagano.



Hace más de 28 siglos, antes de la legendaria fundación de Roma por Rómulo y Remo, existió un pueblo conocido como los etruscos. Gran parte de lo que consideramos como la cultura y la civilización romanas realmente proviene de los etruscos, y aunque seguimos intentando descifrar su complejísima lengua, ya sabemos muchas cosas sobre ellos.



Por ejemplo, que así como los hebreos y los romanos, los etruscos no enterraban a sus muertos dentro de las murallas de sus ciudades. Por tal razón, estos crearon un gran cementerio en una ladera situada en los confines de su antigua ciudad, un sector en el que posteriormente se asentaría Roma.



El nombre de la diosa pagana etrusca que custodiaba esta necrópolis o ciudad de los muertos, era Vatika.




Vatika tiene otros significados en la antigua lengua etrusca. Era el nombre de una uva amarga que crecía en forma silvestre, con la que los campesinos elaboraban uno de los vinos más baratos y de peor calidad del mundo antiguo. El nombre de este vino, que también hacía referencia a la campiña donde se producía, era Vatika. También fue el nombre de una extraña hierba que crecía en las vertientes del cementerio, y producía fuertes alucinaciones, muy similares a los efectos del peyote; así,vatika representaba lo que hoy llamaríamos "un viaje barato", y de ese modo, la palabra se incorporó al latín como sinónimo de "visión profética".




Mucho después, ese lugar fue la sede del circo, o estadio, del demente emperador Nerón. Según la tradición de la Iglesia, fue aquí que San Pedro fue crucificado de cabeza y sepultado en un lugar cercano. Ese sitio se convirtió en el destino de tantos peregrinos que el emperador Constantino, al convertirse parcialmente al cristianismo, fundó un santuario en el lugar, que los romanos siguieron llamando la ladera del monte Vaticano. Un siglo después de Constantino, los papas emprendieron la construcción del palacio papal en ese lugar.




¿Qué significa "el Vaticano" en la actualidad? Por su historia, el nombre tiene varias connotaciones diferentes. Puede referirse a la Basílica de San Pedro; al Palacio Apostólico de los papas, con más de 14.000 habitaciones; al complejo del Museo del Vaticano con más 2.000 salas; a la jerarquía política/social/religiosa considerada como líder espiritual de una quinta parte de la humanidad; o al estado más pequeño del mundo: la Città del Vaticano (Ciudad del Vaticano).



Realmente es extraño pensar que el país más diminuto de la Tierra, que podría caber más de ocho veces en el Parque Central de la ciudad de Nueva York, contenga la iglesia más grande y costosa del mundo, el palacio más grande y lujoso del planeta, así como el mayor museo de la tierra.


¿Vatika, pondrá su cuota para el cambio?


El martes, 12 de Marzo de 2013, comenzó el Cónclave que eliogió al nuevo jefe de la Iglesia CatólicaApostólica Romana.

Más allá de toda duda, se sabe que la Ciudad del Vaticano; cuyo nombre de origen pagano, proviene de la diosa Vatika, quien guardaba por la necrópolis ubicada sobre una de las colinas de Roma, y futuro cimiento para el actual Palacio Papal; es a la vez un Estado, un país, con la mayoría de las características que posee cualquier otro estado soberano en el mundo. Y con esto, consideramos de una manera casi indiscutible, la posibilidad de que dicha ciudad-estado sufra, desde hace mas de dos mil años, de las oscuras penurias, ocasionadas por las infaltables mentes pérfidas, torcidas y apócrifas que todo estado lleva sobre sus hombros, como una de las cargas más pesadas que le toca transportar a un país.

Por desventura, esa carga de amoralidades, no queda en esos hombros y listo; de ninguna manera; ya que, como muchos sabemos, el efecto de ese peso siniestro, se traslada o contagia, de una u otra manera, hacia cada uno de sus ciudadanos, lo que en el caso del Vaticano, es hacia sus fieles.

 

El cementerio pagano escondido bajo el Vaticano

Reconstrucción digital del cementerio
La reconstrucción digital muestra una impresión 3D de cómo se veía probablemente el cementerio.
Se ingresa al antiguo mundo de los muertos de Roma a través de una puertita sin marcar, adyacente a la central telefónica del Vaticano.
Allí, sin que muchos lo noten, se encuentra un cementerio romano descubierto hace 60 años, debajo de una playa de estacionamiento deCiudad del Vaticano, que finalmente será abierto al público a principios de este año.
Este corresponsal lo vio como primicia (ahora, los detalles de las visitas en grupo están disponibles en el sitio web de los Museos Vaticanos): al bajar unos cuantos escalones, se llega a un sótano bien iluminado, con una angosta pasarela metálica que zigzaguea sobre los restos de cientos de tumbas individuales y pequeños mausoleos de piedra.
Se remontan al período que va entre el siglo I después de Cristo, durante el reinado del emperador Augusto, y el siglo IV, cuando el emperador Constantino se convirtió al cristianismo.
Constantino hizo construir la primera iglesia en el sitio donde queda ahora la Basílica de San Pedro. El propio San Pedro, el primer Papa, fue sepultado -según la tradición- en las proximidades de la basílica.
Unos cuantos esqueletos blanqueados por el tiempo yacen en tumbas abiertas, aunque por entonces la mayoría de los que morían eran cremados y sus huesos y cenizas se colocaban dentro de frascos y urnas de terracota.
Tumba de un arquitecto
Un arquitecto llamado Alcimus es representado con sus herramientas de trabajo.

Sin signos del cristianismo

Pero uno de los elementos más curiosos del lugar es que, pese a estar a pasos de la sede de poder y devoción del catolicismo, no se trata de un cementerio cristiano.
De hecho, los arqueólogos no encontraron ninguno de los símbolos cristianos: el ancla, la cruz o la paloma que se ven comúnmente en lascatacumbas romanas, las cavernas subterráneas que se encuentran en las afueras de Roma y que son visitadas todos los años por decenas de miles de peregrinos cristianos.
La Ciudad del Vaticano de hoy en día era un área donde elegían ser enterradas las personas de clase media, muchas de ellas esclavos libertos al servicio del emperador.
Ruinas de cementerio romano
Las excavaciones arqueológicas se extienden bajo toda la colina del Vaticano.
Las inscripciones en latín en las tumbas o los ocasionales retratos en piedra nos dan una idea vívida de cómo lucían y a veces incluso de cómo se ganaban la vida los difuntos que yacieron aquí.
Alcimus era un arquitecto empleado como escenógrafo del teatro de Pompeya. En su tumba se lo representa con sus herramientas de trabajo: una escuadra y una plomada.
Un tal Tiberius Claudius Optatus cuidaba la oficina privada del emperador.
Un famoso jinete local llamado Clemente competía en el equipo de los "azules" de uno de los muchos estadios romanos donde se realizaban carreras de caballos y cuadrigas.
Un escultor, Tiberius Claudius Thesmus, tenía un retrato de él mismo esculpiendo un busto en su tumba con su perro observándolo a su lado.
Una de las esculturas funerarias más conmovedoras es la de un niño esclavo no identificado durmiendo, con una linterna a su costado, esperando a su amo para acompañarlo por los callejones oscuros de Roma. Era un servus lanternarus, uno de los siervos empleados por muchas familias pudientes para iluminarles el camino cuando salían de noche.
Escultura en una tumba
Esta escultura adornaba el sepulcro de un niño esclavo con una linterna para su amo.

Vidas más cortas

El promedio de esperanza de vida en la antigua Roma era corto. Pruebas científicas practicadas por técnicos del Vaticano a los restos humanos encontrados en el cementerio revelan que pocos de los sepultados allí llegaron a la edad de 40 años.
Solían tener mala dentadura, lo cual era un indicio de pobreza y de una dieta con proteínas insuficientes.
"El promedio de esperanza de vida en la antigua Roma era corto. Pruebas científicas practicadas por técnicos del Vaticano a los restos humanos encontrados en el cementerio revelan que pocos de los sepultados allí llegaron a la edad de 40 años"
Hay tumbas de muchos niños que fallecieron en su infancia. Uno de ellos, perteneciente a una familia acomodada llamada Natronii, vivió exactamente cuatro años, cuatro meses y diez días. Su afligida madre le puso el apodo Venustus ("niño lindo") y su retrato muestra un rostro bello y triste.
El cementerio queda fuera del muro de la ciudad de Roma, en el cruce de dos importantes rutas: la Vía Triumphalis y la Vía Clodia, que conducen al norte y oeste, respectivamente. Los romanos enterraban a sus muertos al lado de las principales rutas de salida de la ciudad.
Los romanos ricos construían enormes tumbas privadas, algunas de las cuales sobreviven hasta la actualidad a lo largo de la Vía Appia, el camino que lleva al sur, hacia Nápoles y Bríndisi.
Era un área llena de parques y jardines, no muy diferente de aquellas dentro de la Ciudad del Vaticano.
Después de la conversión del primer emperador cristiano, Constantino, a principios del siglo IX de nuestra era, parece que el cementerio romano del Vaticano fue abandonado. En gran parte fue cubierto por deslizamientos de tierra, lo cual explica su excelente estado de preservación después de tantos siglos.
Ahora está listo para ser utilizado nuevamente, aunque esta vez como destino turístico

PESE A TODO ESTA NECROPOLIS NO ES NADA , PUES TODO EL VATICANO ENTERO ES UNA ENORME NECROPOLIS O CIUDAD DE LOS MUERTOS QUE POR SUS ACCIONES DESPUES DE MAS DE 2500 AÑOS HISTORIA DE LA DIOSA ETRUSCA  VATIKA LA DIOSA GUARDIANA DE LOS MUERTOS. 


ESTE DE ABAJO ES UNO DE LOS DESCAROS DEL 

VATICANO QUE LO INCLUYO EN ESTA PUBLICACIÓN  .

LUCIFER, el telescopio del Vaticano en busca de vida extraterrestre

MEP 14 DE ABRIL DE 2013COMMENTS (4)
LUCIFER, el telescopio del Vaticano en busca de vida extraterrestre
La renuncia del Papa Benedicto XVI desconcertó a muchas personas en todo el mundo y sobre todo a los expertos del Vaticano que no sabían bien la verdadera razón de su renuncia. Oficialmente se dijo que era por problemas de salud, pero otros afirman que se trata de un cambio en el sistema de creencia espiritual basada en la unidad del mundo. Pero teorías conspirativas aparte, para Tom Horn, co-autor con Cris Putman del libro “Petrus Romanus: El Final del Papa ya está aquí”, no fue ninguna sorpresa ya que predijo la renuncia del Papa meses antes de que esto ocurriera, basándose en las escrituras se San Malaquías en un “fantástico cumplimiento de la profecía”.
Pero ahora los dos autores presentan el 15 de marzo un nuevo libro en el cual afirman que los astrónomos jesuitas en un observatorio del Vaticano en Arizona están usando un potente telescopio llamado “LUCIFER” en búsqueda de vida extraterrestre. Lo que es aún más sorprendente es que los dos autores, Tom Horn y Chris Putnam, afirman que el Vaticano anunciará a un salvador extraterrestre, que para muchos conspiranoicos se tratara del “falso mesías”. El libro titulado “Exo-Vaticana: Petrus Romanus, Proyecto Lucifer, y el plan asombroso del Vaticano para la llegada de un extranjero salvador” son el resultado de la investigación llevada a cabo en el Observatorio Internacional del Monte Graham. Cris Putman, teólogo, dijo a los medios de comunicación:
“Existen los registros extraterrestres en el Vaticano desde hace siglos. He leído dos capítulos de la historia sobre el interés del Vaticano en los extraterrestres. Tienen toda una teología desarrollada en torno a lo que ellos llaman el principio de plenitud, es decir, cualquier cosa que Dios podía hacer y que iba a hacer. Así que considerar la existencia de los extraterrestres es la consecuencia inevitable de la omnipotencia de Dios.”
Tom Horn y Cris Putnam en el VATT LUCIFER, el telescopio del Vaticano en busca de vida extraterrestre
Horn y Putnam se les concedió permiso para visitar el Telescopio Vaticano de Tecnología Avanzada (VATT) en el Monte Graham, al sureste de Arizona, en septiembre de 2012. Para llevar a cabo la búsqueda de vida extraterrestre, los astrónomos del Vaticano utilizando el telescopio de propiedadalemana que utiliza el acrónimo “LUCIFER” (Large Binocular Telescope Near-infrared Utility with Camera and Integral Field Unit for Extragalactic Research). El Gran Telescopio Binocular (LBT) es el único en el mundo que tiene una cámara infrarroja y espectroscopia. Muchos expertos afirman que se trata del mayor telescopio del mundo, superando al poderoso telescopio Hubble. Pero la investigación vaticana sobre el espacio se remonta a finales del siglo XVI, cuando la Iglesia llevó a cabo estudios para reformar el calendario juliano, y en el año 1500 el Vaticano construyó varios observatorios alrededor de Roma, antes de establecer el VATT en el Monte Graham en 1987.
Horn y Putnam no sólo pudieron discutir sobre la investigación del espacio profundo con los astrónomos jesuitas, sino que también tuvieron acceso a uno de los mejores astrónomos del Vaticano en Roma. Guy Consolmagno, también conocido como el astrónomo del Papa, quien facilitó cierta información sorprendente durante cinco entrevistas.
“Consolmagno dice que muy pronto las naciones del mundo tendrán un contacto con seres extraterrestres para su salvación”, dijo Horn.

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Consomagno también dio a los autores documentos particulares del Vaticano que revelan el pensamiento de alto nivel, los teólogos y los astrónomos dentro de la Iglesia. Horn dijo que estos documentos demuestran que ellos creen que están a punto de recibir la visita de un salvador extraterrestre de otro mundo. En uno de los documentos escrito por el propio Consolmagno hace una afirmación notable acerca de la relación entre Jesús y la vida extraterrestre:
“Tal vez no es tan descabellado ver la Segunda Venida de la Trinidad, el Verbo, que estaba presente “En el principio (Juan 1: l)”, poniendo su vida y volviéndola a tomar (Juan 10:18), no sólo como el Hijo del hombre, ¿sino también como un Hijo de otras razas?”
Al parecer Consolmagno, al igual que otros expertos, sugiere que Jesús pudo haber sido el un “Niño de las Estrellas de una raza extraterrestre”. Consolmagno tienen la creencia de que el segundo aspecto de la Santísima Trinidad que fue personificado en la vida, muerte y resurrección de Jesucristo, puede ser reconocido como razas de otros mundos. Esto haría posible que la Iglesia Católica pudiese bautizar a los extraterrestres, incluso en sus propios mundos. Consolmagno sorprendió al mundo en mayo de 2008 cuando reveló que es aceptable para los católicos contemplar abiertamente la vida extraterrestre. En una entrevista dijo:
“Así como hay una multiplicidad de criaturas en la Tierra, puede haber otros seres, incluso inteligentes, creados por Dios. Esto no se opone a nuestra fe porque no podemos poner límites a la libertad creativa de Dios…” ¿Por qué no podemos hablar de un “hermano extraterrestre”? Seguiría siendo parte de la creación…”
Guy Consolmagno LUCIFER, el telescopio del Vaticano en busca de vida extraterrestre
La revelación extraterrestre
Putnam y Horn sostienen que los astrónomos del Vaticano ya han encontrado evidencia de vida extraterrestre, afirmando que el telescopio astronómico del Vaticano ya ha descubierto vida extraterrestre que aún no ha anunciado al mundo. En una entrevista de 1997 al Padre Martin Malachi, ex-Jesuita y profesor en el Instituto Bíblico Obispal del Vaticano, dijo:
“Debido a la mentalidad… entre los que se encuentran los niveles más altos niveles del Vaticano…administración y geopolítica, saben lo que está pasando en el espacio, y lo que se nos aproxima, podría ser de gran importancia en los próximos cinco años o diez años.”
Es inconcebible que Consolmagno hiciera públicas sus creencias sobre la vida extraterrestre sin la aprobación del anterior Papa, Benedicto XVI. Es muy probable que los astrónomos del Vaticano sigan las órdenes de altos cargos para hacer declaraciones sobre la vida extraterrestre y sus implicaciones teológicas. ¿Pero con que intenciones hacen estas revelaciones? ¿Estamos a punto de ser testigos del contacto extraterrestre? o ¿se trata de una manipulación por parte del Vaticano?