martes, 4 de febrero de 2014

EL VATICANO EL MONTE DE VATIKA








mentiras titanicas 

Este post no es una crítica a la Iglesia ni al Papa, Dios me libre, sólo la constatación de un hecho histórico.
En el año 330 el emperador Constantino I el Grande traslada la capital del Imperio Romano a Bizancio – renombrada como Constantinopla -, que tras la escisión se convertirá en la capital del Imperio Romano de Oriente.
Roma, la eterna capital del Imperio, queda huérfana del poder terrenal pero no del espiritual que asumió el obispo de Roma, Silvestre. Esta autoproclamación y reconocimiento de Roma como la sede del papado había que fundamentarla en argumentos “sólidos” para que nadie pudiera cuestionarla. Así que, manos a la obra.
En el Evangelio según San Mateo (cap. 16):
Y viniendo Jesús á las partes de Cesarea de Filipo, preguntó á sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?
Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; y otros; Jeremías, ó alguno de los profetas.
El les dice: Y vosotros, ¿quién decís que soy?
Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, mas mi Padre que está en los cielos.
Mas yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
De esta forma se designaría a Pedro como el primer Papa y, hábilmente, Silvestre sitúa a Pedro en algún momento en Roma para demostrar que la “capital” del cristianismo debía ser Roma. De la estancia de Pedro en Roma no hay ninguna prueba… pero tampoco de que no estuvo (¿flojo argumento o mentira?).
Sabiendo que esta argumentación era un poco peregrina, buscaron una argumentación que no dejase lugar a dudas y se sacan de la manga un documento:
Donación de Constantino: según este documento se reconocía al Papa Silvestre I como soberano, se le donaba la ciudad de Roma, así como las provincias de Italia y todo el resto del Imperio romano de Occidente
En el año 1440 el humanista Lorenzo Valla descubrió que el documento era totalmente falso. Para entonces, el poder del Papa estaba tan asentado que nadie se atrevió a cuestionarlo.

Donación de Constantino

La Donación de Constantino (LatínDonatio Constantini) es un decreto imperial 
apócrifo atribuido a Constantino I según el cual, al tiempo que se reconocía como

 soberano al Papa Silvestre I, se le donaba la ciudad de Roma
las provincias de Italia y todo el resto del Imperio romano de Occidente
creándose así el llamado Patrimonio de San Pedro.
La autenticidad del documento era puesta en duda ya durante la Edad Media,
 pero el humanista Lorenzo Valla 
pudo demostrar fehacientemente en 1440 que se trataba de un fraude de la curia romana, 
ya que mediante el análisis lingüístico
 del texto no podía estar fechado alrededor del año 300.

Introducción[editar · editar código]

El largo proceso de acercamiento entre el pontificado y el reino franco que comienza 
en el pontificado del Papa Gregorio Magno (590-604), alcanza uno de sus puntos 
culminantes en la unción real con la que el Papa Esteban II 
constituyó al mayordomo palatino Pipino el Breve como rey de los francos y 
patricius romanorumdando por extinguida la dinastía merovingia (752). 
De este modo el Papa se arrogaba la capacidad de traspasar la dignidad real de una 

dinastía  a otra y a la vez, como contrapartida, concedía al rey de los francos la capacidad 
de intervenir en los asuntos italianos. De hecho Pipino cruzó los Alpes en dos ocasiones 
para reconquistar vastas regiones de la península italiana de manos de los lombardos y
 las donó a san Pedro, el Príncipe de los Apóstoles; de este modo se 
constituyeron en pleno siglo VIII los estados de la Iglesia, y el Papa 
quedó convertido en un monarca temporal.
Cuando se hizo necesario justificar semejante innovación jurídica (de facto los pontífices
 ejercían ya una no bien determinada jurisdicción gubernativa desde las invasiones bárbaras)
 se recurrió al viejo método medieval de "inventar" un documento que retrotrajese en el tiempo 
la situación que se daba en el presente. Este fue el nacimiento del
 documento que ha pasado a la historia como la Donatio Constantini (ss. VIII-IX).

Efectos de la "Donación"[editar · editar código]

La "Donación de Constantino" indicaba que el papa Silvestre I había recibido del emperador
 romano Constantino I el derecho de gobernar la ciudad de Roma y sus alrededores
 de la misma manera que un monarca temporal, sosteniendo además derechos del
 Papado para intervenir en los asuntos políticos de Italia y del Imperio Romano de Occidente
así como de una sucesión de territorios adicionales (Grecia, Judea, Tracia, Asia Menor, África),
 formando así una autoridad religiosa dotada de poderes gubernamentales.
La Donación de Constantino fue mencionada por vez primera en una comunicación del papa 
Adriano I a Carlomagno, a inicios del siglo IX, pero fue utilizada en un documento oficial recién
 a mediados del siglo XI cuando textos de la "Donación" son citados por el papa León IX 
como argumentos para requerir a Miguel I Cerulario, patriarca ortodoxo de Bizancio, 
que debía reconocerse la sujeción del Imperio Bizantino a la sede papal de Roma 
en tanto solamente a ésta correspondía la jefatura universal del cristianismo.
En ese requerimiento de León IX se informaba a Miguel Cerulario que los derechos del
 Papado no surgen de simples rumores o costumbres sino de la "Donación de Constantino",
 documento emitido por Constantino el Grande. Posteriormente, en las querellas 
entre el Papado y el Sacro Imperio Romano Germánico, la "Donación" sirvió como
 argumento para justificar el "derecho" del Papa a gobernar territorios en Italia y 
conducirse como un monarca efectivo de esos territorios, que fueron conocidos como 

Descubrimiento del fraude[editar · editar código]

Ya el emperador Otón III había dudado hacia el año 1000 de la autenticidad de la "Donación de 
Constantino", pero en general los intelectuales de la Edad Media europea no cuestionaban su
 veracidad. El interés por el estudio del latín y del griego a inicios del siglo XV causó que varios
 escritos y documentos de la antigüedad grecorromana fueran analizados nuevamente gracias 
a los nuevos conocimientos adquiridos por los estudiosos humanistas de la época.
Precisamente fue en 1440 que el humanista italiano Lorenzo Valla demostró que la "Donación" 
era un engaño pues el análisis lingüístico del texto incorporaba giros idiomáticos y palabras
 que no existían en el latín de los años finales del Imperio Romano. Incluso el texto mostraba 
la palabra "feudo" que era un concepto desconocido en Europa a inicios del siglo IV

por lo cual la fecha de redacción de la "Donación" debía ser forzosamente posterior. 

Pocos años antes, el cardenal y humanista Nicolás de Cusa también había planteado que 

el documento apenas constituía una falsificación.
Al mismo tiempo el análisis de Valla fue reforzado por el teólogo y escolástico inglés 
Reginald Pecocke,quien reafirmó tras un análisis idiomático que la "Donación" debía ser 
sin duda un fraude, al ser imposible que tal documento hubiera sido escrito en el año 300. 

Oficialmente el Papado jamás ha declarado la falsedad de la "Donación" pero

paulatinamente dejó de ser invocado como sustento legal para la existencia de los Estados 

Pontificios desde mediados del siglo XV. Inclusive, ni siquiera fue citado en la

 Bula Inter Caetera de 1493 cuando el Papado se atribuyó facultades para dividir 

el Nuevo Mundo entre España y Portugal.

Posible origen[editar · editar código]

Se ha sugerido, desde entonces, que la "Donación de Constantino" fue un texto redactado 
posiblemente hacia el año 750, cuando el papa Esteban II debía negociar con Pipino el Breve
rey de los francos, para que dicho monarca asegurase al Papado un territorio propio en Italia 
donde ejercer autoridad gubernamental. En tal situación, el papa Esteban II convalidó que
 Pipino usurpase el trono de Francia y derrocase a la legítima dinastía merovingia, a cambio 
que Pipino otorgase al Papado los territorios italianos que el Reino de Lombardía había 
arrebatado al Imperio Bizantino.
Para lograr este fin se habría utilizado la apócrifa "Donación de Constantino", por el cual el
 Papado elaboró un documento supuestamente emitido en los últimos años 
del Imperio Romano, para utilizarlo como argumento legal con el que sostener los "derechos" 
papales a gobernar vastas regiones de Italia.

EL Vaticano


La colina del Vaticano es un cerro ubicado al otro lado del río Tíber desde los tradicionales siete colinas de Roma. Es la ubicación de la Basílica de San Pedro.
Los antiguos romanos tenían diversas opiniones sobre la derivación de las Vaticanus palabra latina. Varro conectado a un Vaticanus Deus o Vagitanus, una deidad romana cree que dotar a los recién nacidos con la capacidad para el habla evidenciado por su primera gemido. Explicación bastante complicada de Varrón refiere esta función a la deidad tutelar del lugar y de las competencias avanzadas de voz que posee un profeta, como en conserva por la tarde anticuario Aulo Gelio:
Se nos ha dicho que la palabra Vaticano se aplica a la colina, y la deidad que lo preside, desde el vaticinia o profecías, que tuvo lugar allí por el poder y la inspiración del dios, pero Marcus Varro, en su libro sobre Las cosas divinas, da otra razón para este nombre. "Como AIUs," dice él, "se llamó a una deidad, y un altar fue construido a su honor en la parte más baja de la nueva carretera, ya que en ese lugar se oyó una voz del cielo, por lo que esta deidad fue llamada Vaticanus, porque presidió los principios de la voz humana, para los niños, tan pronto como nacen, hacer el sonido que constituye la primera sílaba en el Vaticano, y por lo tanto se dice que vagire palabra expresa el ruido que un niño hace primero ".
San Agustín, que estaba familiarizado con las obras de Varrón sobre la antigua teología romana, menciona esta deidad tres veces en La Ciudad de Dios.
Vaticanus es más probable que se derivan, de hecho, a partir del nombre de un asentamiento etrusco, posiblemente llamado Vatica o Vaticum, ubicada en el área general de los romanos llamaban Ager Vaticanus, "territorio del Vaticano". Si existiera tal acuerdo, sin embargo, no hay rastro de que se ha descubierto. El fasti consular conservar un personal Vaticanus nombre en la mitad del siglo quinto antes de Cristo, de la relación desconocida por el nombre del lugar.

La topografía de la antigua Roma

Vaticanus Mons era casi siempre un nombre en latín clásico para el Janículo. Cicerón utiliza la forma plural Vaticani Montes en un contexto que parece incluir la Colina Vaticana moderna, así como el Monte Mario y la colina de Janículo.
El Vat. o Campus Vaticanus era originalmente una zona de nivel entre el Vaticanus Mons y el Tíber. Durante la época republicana, era un sitio malsano frecuentado por los indigentes. Calígula y Nerón utilizan el área para ejercicios de carros, como en el Gaianum, y la renovación se sintió alentado por la construcción del Circo de Nerón, también conocido como el Circus Vaticanus o simplemente el 
Vaticano
La ubicación de las tumbas cerca del Circus Vaticanus es mencionado en algunas fuentes tardías.
Vaticanus Mons llegó a referirse a la moderna Colina Vaticana como resultado de llamar a toda la zona del "Vaticano" a través de su identificación con el circo. Uso cristiano del nombre fue impulsado por el martirio de San Pedro allí. A partir del siglo cuarto dC, comenzó la construcción de la Basílica de San Pedro Viejo en un cementerio que es el sitio tradicional de la tumba de San Pedro. Alrededor de este tiempo, el nombre de Mons Vaticanus se estableció en su uso moderno, y la colina de Janículo se distingue de ella como la Ianiculensis Mons.

Otro cementerio cercano se abrió al público el 10 de octubre de 2006 para conmemorar el 500 aniversario de los Museos Vaticanos 


El nombre mismo de "Vaticano" tiene un origen oscuro. No es latino ni griego, ni es de origen bíblico. En realidad, la palabra que asociamos con la Iglesia es de origen pagano.



Hace más de 28 siglos, antes de la legendaria fundación de Roma por Rómulo y Remo, existió un pueblo conocido como los etruscos. Gran parte de lo que consideramos como la cultura y la civilización romanas realmente proviene de los etruscos, y aunque seguimos intentando descifrar su complejísima lengua, ya sabemos muchas cosas sobre ellos.



Por ejemplo, que así como los hebreos y los romanos, los etruscos no enterraban a sus muertos dentro de las murallas de sus ciudades. Por tal razón, estos crearon un gran cementerio en una ladera situada en los confines de su antigua ciudad, un sector en el que posteriormente se asentaría Roma.



El nombre de la diosa pagana etrusca que custodiaba esta necrópolis o ciudad de los muertos, era Vatika.




Vatika tiene otros significados en la antigua lengua etrusca. Era el nombre de una uva amarga que crecía en forma silvestre, con la que los campesinos elaboraban uno de los vinos más baratos y de peor calidad del mundo antiguo. El nombre de este vino, que también hacía referencia a la campiña donde se producía, era Vatika. También fue el nombre de una extraña hierba que crecía en las vertientes del cementerio, y producía fuertes alucinaciones, muy similares a los efectos del peyote; así,vatika representaba lo que hoy llamaríamos "un viaje barato", y de ese modo, la palabra se incorporó al latín como sinónimo de "visión profética".




Mucho después, ese lugar fue la sede del circo, o estadio, del demente emperador Nerón. Según la tradición de la Iglesia, fue aquí que San Pedro fue crucificado de cabeza y sepultado en un lugar cercano. Ese sitio se convirtió en el destino de tantos peregrinos que el emperador Constantino, al convertirse parcialmente al cristianismo, fundó un santuario en el lugar, que los romanos siguieron llamando la ladera del monte Vaticano. Un siglo después de Constantino, los papas emprendieron la construcción del palacio papal en ese lugar.




¿Qué significa "el Vaticano" en la actualidad? Por su historia, el nombre tiene varias connotaciones diferentes. Puede referirse a la Basílica de San Pedro; al Palacio Apostólico de los papas, con más de 14.000 habitaciones; al complejo del Museo del Vaticano con más 2.000 salas; a la jerarquía política/social/religiosa considerada como líder espiritual de una quinta parte de la humanidad; o al estado más pequeño del mundo: la Città del Vaticano (Ciudad del Vaticano).



Realmente es extraño pensar que el país más diminuto de la Tierra, que podría caber más de ocho veces en el Parque Central de la ciudad de Nueva York, contenga la iglesia más grande y costosa del mundo, el palacio más grande y lujoso del planeta, así como el mayor museo de la tierra.


¿Vatika, pondrá su cuota para el cambio?


El martes, 12 de Marzo de 2013, comenzó el Cónclave que eliogió al nuevo jefe de la Iglesia CatólicaApostólica Romana.

Más allá de toda duda, se sabe que la Ciudad del Vaticano; cuyo nombre de origen pagano, proviene de la diosa Vatika, quien guardaba por la necrópolis ubicada sobre una de las colinas de Roma, y futuro cimiento para el actual Palacio Papal; es a la vez un Estado, un país, con la mayoría de las características que posee cualquier otro estado soberano en el mundo. Y con esto, consideramos de una manera casi indiscutible, la posibilidad de que dicha ciudad-estado sufra, desde hace mas de dos mil años, de las oscuras penurias, ocasionadas por las infaltables mentes pérfidas, torcidas y apócrifas que todo estado lleva sobre sus hombros, como una de las cargas más pesadas que le toca transportar a un país.

Por desventura, esa carga de amoralidades, no queda en esos hombros y listo; de ninguna manera; ya que, como muchos sabemos, el efecto de ese peso siniestro, se traslada o contagia, de una u otra manera, hacia cada uno de sus ciudadanos, lo que en el caso del Vaticano, es hacia sus fieles.

 

El cementerio pagano escondido bajo el Vaticano

Reconstrucción digital del cementerio
La reconstrucción digital muestra una impresión 3D de cómo se veía probablemente el cementerio.
Se ingresa al antiguo mundo de los muertos de Roma a través de una puertita sin marcar, adyacente a la central telefónica del Vaticano.
Allí, sin que muchos lo noten, se encuentra un cementerio romano descubierto hace 60 años, debajo de una playa de estacionamiento deCiudad del Vaticano, que finalmente será abierto al público a principios de este año.
Este corresponsal lo vio como primicia (ahora, los detalles de las visitas en grupo están disponibles en el sitio web de los Museos Vaticanos): al bajar unos cuantos escalones, se llega a un sótano bien iluminado, con una angosta pasarela metálica que zigzaguea sobre los restos de cientos de tumbas individuales y pequeños mausoleos de piedra.
Se remontan al período que va entre el siglo I después de Cristo, durante el reinado del emperador Augusto, y el siglo IV, cuando el emperador Constantino se convirtió al cristianismo.
Constantino hizo construir la primera iglesia en el sitio donde queda ahora la Basílica de San Pedro. El propio San Pedro, el primer Papa, fue sepultado -según la tradición- en las proximidades de la basílica.
Unos cuantos esqueletos blanqueados por el tiempo yacen en tumbas abiertas, aunque por entonces la mayoría de los que morían eran cremados y sus huesos y cenizas se colocaban dentro de frascos y urnas de terracota.
Tumba de un arquitecto
Un arquitecto llamado Alcimus es representado con sus herramientas de trabajo.

Sin signos del cristianismo

Pero uno de los elementos más curiosos del lugar es que, pese a estar a pasos de la sede de poder y devoción del catolicismo, no se trata de un cementerio cristiano.
De hecho, los arqueólogos no encontraron ninguno de los símbolos cristianos: el ancla, la cruz o la paloma que se ven comúnmente en lascatacumbas romanas, las cavernas subterráneas que se encuentran en las afueras de Roma y que son visitadas todos los años por decenas de miles de peregrinos cristianos.
La Ciudad del Vaticano de hoy en día era un área donde elegían ser enterradas las personas de clase media, muchas de ellas esclavos libertos al servicio del emperador.
Ruinas de cementerio romano
Las excavaciones arqueológicas se extienden bajo toda la colina del Vaticano.
Las inscripciones en latín en las tumbas o los ocasionales retratos en piedra nos dan una idea vívida de cómo lucían y a veces incluso de cómo se ganaban la vida los difuntos que yacieron aquí.
Alcimus era un arquitecto empleado como escenógrafo del teatro de Pompeya. En su tumba se lo representa con sus herramientas de trabajo: una escuadra y una plomada.
Un tal Tiberius Claudius Optatus cuidaba la oficina privada del emperador.
Un famoso jinete local llamado Clemente competía en el equipo de los "azules" de uno de los muchos estadios romanos donde se realizaban carreras de caballos y cuadrigas.
Un escultor, Tiberius Claudius Thesmus, tenía un retrato de él mismo esculpiendo un busto en su tumba con su perro observándolo a su lado.
Una de las esculturas funerarias más conmovedoras es la de un niño esclavo no identificado durmiendo, con una linterna a su costado, esperando a su amo para acompañarlo por los callejones oscuros de Roma. Era un servus lanternarus, uno de los siervos empleados por muchas familias pudientes para iluminarles el camino cuando salían de noche.
Escultura en una tumba
Esta escultura adornaba el sepulcro de un niño esclavo con una linterna para su amo.

Vidas más cortas

El promedio de esperanza de vida en la antigua Roma era corto. Pruebas científicas practicadas por técnicos del Vaticano a los restos humanos encontrados en el cementerio revelan que pocos de los sepultados allí llegaron a la edad de 40 años.
Solían tener mala dentadura, lo cual era un indicio de pobreza y de una dieta con proteínas insuficientes.
"El promedio de esperanza de vida en la antigua Roma era corto. Pruebas científicas practicadas por técnicos del Vaticano a los restos humanos encontrados en el cementerio revelan que pocos de los sepultados allí llegaron a la edad de 40 años"
Hay tumbas de muchos niños que fallecieron en su infancia. Uno de ellos, perteneciente a una familia acomodada llamada Natronii, vivió exactamente cuatro años, cuatro meses y diez días. Su afligida madre le puso el apodo Venustus ("niño lindo") y su retrato muestra un rostro bello y triste.
El cementerio queda fuera del muro de la ciudad de Roma, en el cruce de dos importantes rutas: la Vía Triumphalis y la Vía Clodia, que conducen al norte y oeste, respectivamente. Los romanos enterraban a sus muertos al lado de las principales rutas de salida de la ciudad.
Los romanos ricos construían enormes tumbas privadas, algunas de las cuales sobreviven hasta la actualidad a lo largo de la Vía Appia, el camino que lleva al sur, hacia Nápoles y Bríndisi.
Era un área llena de parques y jardines, no muy diferente de aquellas dentro de la Ciudad del Vaticano.
Después de la conversión del primer emperador cristiano, Constantino, a principios del siglo IX de nuestra era, parece que el cementerio romano del Vaticano fue abandonado. En gran parte fue cubierto por deslizamientos de tierra, lo cual explica su excelente estado de preservación después de tantos siglos.
Ahora está listo para ser utilizado nuevamente, aunque esta vez como destino turístico

PESE A TODO ESTA NECROPOLIS NO ES NADA , PUES TODO EL VATICANO ENTERO ES UNA ENORME NECROPOLIS O CIUDAD DE LOS MUERTOS QUE POR SUS ACCIONES DESPUES DE MAS DE 2500 AÑOS HISTORIA DE LA DIOSA ETRUSCA  VATIKA LA DIOSA GUARDIANA DE LOS MUERTOS. 


ESTE DE ABAJO ES UNO DE LOS DESCAROS DEL 

VATICANO QUE LO INCLUYO EN ESTA PUBLICACIÓN  .

LUCIFER, el telescopio del Vaticano en busca de vida extraterrestre

MEP 14 DE ABRIL DE 2013COMMENTS (4)
LUCIFER, el telescopio del Vaticano en busca de vida extraterrestre
La renuncia del Papa Benedicto XVI desconcertó a muchas personas en todo el mundo y sobre todo a los expertos del Vaticano que no sabían bien la verdadera razón de su renuncia. Oficialmente se dijo que era por problemas de salud, pero otros afirman que se trata de un cambio en el sistema de creencia espiritual basada en la unidad del mundo. Pero teorías conspirativas aparte, para Tom Horn, co-autor con Cris Putman del libro “Petrus Romanus: El Final del Papa ya está aquí”, no fue ninguna sorpresa ya que predijo la renuncia del Papa meses antes de que esto ocurriera, basándose en las escrituras se San Malaquías en un “fantástico cumplimiento de la profecía”.
Pero ahora los dos autores presentan el 15 de marzo un nuevo libro en el cual afirman que los astrónomos jesuitas en un observatorio del Vaticano en Arizona están usando un potente telescopio llamado “LUCIFER” en búsqueda de vida extraterrestre. Lo que es aún más sorprendente es que los dos autores, Tom Horn y Chris Putnam, afirman que el Vaticano anunciará a un salvador extraterrestre, que para muchos conspiranoicos se tratara del “falso mesías”. El libro titulado “Exo-Vaticana: Petrus Romanus, Proyecto Lucifer, y el plan asombroso del Vaticano para la llegada de un extranjero salvador” son el resultado de la investigación llevada a cabo en el Observatorio Internacional del Monte Graham. Cris Putman, teólogo, dijo a los medios de comunicación:
“Existen los registros extraterrestres en el Vaticano desde hace siglos. He leído dos capítulos de la historia sobre el interés del Vaticano en los extraterrestres. Tienen toda una teología desarrollada en torno a lo que ellos llaman el principio de plenitud, es decir, cualquier cosa que Dios podía hacer y que iba a hacer. Así que considerar la existencia de los extraterrestres es la consecuencia inevitable de la omnipotencia de Dios.”
Tom Horn y Cris Putnam en el VATT LUCIFER, el telescopio del Vaticano en busca de vida extraterrestre
Horn y Putnam se les concedió permiso para visitar el Telescopio Vaticano de Tecnología Avanzada (VATT) en el Monte Graham, al sureste de Arizona, en septiembre de 2012. Para llevar a cabo la búsqueda de vida extraterrestre, los astrónomos del Vaticano utilizando el telescopio de propiedadalemana que utiliza el acrónimo “LUCIFER” (Large Binocular Telescope Near-infrared Utility with Camera and Integral Field Unit for Extragalactic Research). El Gran Telescopio Binocular (LBT) es el único en el mundo que tiene una cámara infrarroja y espectroscopia. Muchos expertos afirman que se trata del mayor telescopio del mundo, superando al poderoso telescopio Hubble. Pero la investigación vaticana sobre el espacio se remonta a finales del siglo XVI, cuando la Iglesia llevó a cabo estudios para reformar el calendario juliano, y en el año 1500 el Vaticano construyó varios observatorios alrededor de Roma, antes de establecer el VATT en el Monte Graham en 1987.
Horn y Putnam no sólo pudieron discutir sobre la investigación del espacio profundo con los astrónomos jesuitas, sino que también tuvieron acceso a uno de los mejores astrónomos del Vaticano en Roma. Guy Consolmagno, también conocido como el astrónomo del Papa, quien facilitó cierta información sorprendente durante cinco entrevistas.
“Consolmagno dice que muy pronto las naciones del mundo tendrán un contacto con seres extraterrestres para su salvación”, dijo Horn.

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Consomagno también dio a los autores documentos particulares del Vaticano que revelan el pensamiento de alto nivel, los teólogos y los astrónomos dentro de la Iglesia. Horn dijo que estos documentos demuestran que ellos creen que están a punto de recibir la visita de un salvador extraterrestre de otro mundo. En uno de los documentos escrito por el propio Consolmagno hace una afirmación notable acerca de la relación entre Jesús y la vida extraterrestre:
“Tal vez no es tan descabellado ver la Segunda Venida de la Trinidad, el Verbo, que estaba presente “En el principio (Juan 1: l)”, poniendo su vida y volviéndola a tomar (Juan 10:18), no sólo como el Hijo del hombre, ¿sino también como un Hijo de otras razas?”
Al parecer Consolmagno, al igual que otros expertos, sugiere que Jesús pudo haber sido el un “Niño de las Estrellas de una raza extraterrestre”. Consolmagno tienen la creencia de que el segundo aspecto de la Santísima Trinidad que fue personificado en la vida, muerte y resurrección de Jesucristo, puede ser reconocido como razas de otros mundos. Esto haría posible que la Iglesia Católica pudiese bautizar a los extraterrestres, incluso en sus propios mundos. Consolmagno sorprendió al mundo en mayo de 2008 cuando reveló que es aceptable para los católicos contemplar abiertamente la vida extraterrestre. En una entrevista dijo:
“Así como hay una multiplicidad de criaturas en la Tierra, puede haber otros seres, incluso inteligentes, creados por Dios. Esto no se opone a nuestra fe porque no podemos poner límites a la libertad creativa de Dios…” ¿Por qué no podemos hablar de un “hermano extraterrestre”? Seguiría siendo parte de la creación…”
Guy Consolmagno LUCIFER, el telescopio del Vaticano en busca de vida extraterrestre
La revelación extraterrestre
Putnam y Horn sostienen que los astrónomos del Vaticano ya han encontrado evidencia de vida extraterrestre, afirmando que el telescopio astronómico del Vaticano ya ha descubierto vida extraterrestre que aún no ha anunciado al mundo. En una entrevista de 1997 al Padre Martin Malachi, ex-Jesuita y profesor en el Instituto Bíblico Obispal del Vaticano, dijo:
“Debido a la mentalidad… entre los que se encuentran los niveles más altos niveles del Vaticano…administración y geopolítica, saben lo que está pasando en el espacio, y lo que se nos aproxima, podría ser de gran importancia en los próximos cinco años o diez años.”
Es inconcebible que Consolmagno hiciera públicas sus creencias sobre la vida extraterrestre sin la aprobación del anterior Papa, Benedicto XVI. Es muy probable que los astrónomos del Vaticano sigan las órdenes de altos cargos para hacer declaraciones sobre la vida extraterrestre y sus implicaciones teológicas. ¿Pero con que intenciones hacen estas revelaciones? ¿Estamos a punto de ser testigos del contacto extraterrestre? o ¿se trata de una manipulación por parte del Vaticano?

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