mentiras titanicas
Donación de Constantino
La Donación de Constantino (Latín: Donatio Constantini) es un decreto imperial
apócrifo atribuido a Constantino I según el cual, al tiempo que se reconocía como
soberano al Papa Silvestre I, se le donaba la ciudad de Roma,
las provincias de Italia y todo el resto del Imperio romano de Occidente,
creándose así el llamado Patrimonio de San Pedro.
La autenticidad del documento era puesta en duda ya durante la Edad Media,
pero el humanista Lorenzo Valla
pudo demostrar fehacientemente en 1440 que se trataba de un fraude de la curia romana,
ya que mediante el análisis lingüístico
del texto no podía estar fechado alrededor del año 300.
La Donación de Constantino (Latín: Donatio Constantini) es un decreto imperial
apócrifo atribuido a Constantino I según el cual, al tiempo que se reconocía como
soberano al Papa Silvestre I, se le donaba la ciudad de Roma,
apócrifo atribuido a Constantino I según el cual, al tiempo que se reconocía como
soberano al Papa Silvestre I, se le donaba la ciudad de Roma,
las provincias de Italia y todo el resto del Imperio romano de Occidente,
creándose así el llamado Patrimonio de San Pedro.
creándose así el llamado Patrimonio de San Pedro.
La autenticidad del documento era puesta en duda ya durante la Edad Media,
pero el humanista Lorenzo Valla
pero el humanista Lorenzo Valla
pudo demostrar fehacientemente en 1440 que se trataba de un fraude de la curia romana,
ya que mediante el análisis lingüístico
del texto no podía estar fechado alrededor del año 300.
Introducción
El largo proceso de acercamiento entre el pontificado y el reino franco que comienza
en el pontificado del Papa Gregorio Magno (590-604), alcanza uno de sus puntos
culminantes en la unción real con la que el Papa Esteban II
constituyó al mayordomo palatino Pipino el Breve como rey de los francos y
patricius romanorum, dando por extinguida la dinastía merovingia (752).
De este modo el Papa se arrogaba la capacidad de traspasar la dignidad real de una
dinastía a otra y a la vez, como contrapartida, concedía al rey de los francos la capacidad
de intervenir en los asuntos italianos. De hecho Pipino cruzó los Alpes en dos ocasiones
para reconquistar vastas regiones de la península italiana de manos de los lombardos y
las donó a san Pedro, el Príncipe de los Apóstoles; de este modo se
constituyeron en pleno siglo VIII los estados de la Iglesia, y el Papa
quedó convertido en un monarca temporal.
Cuando se hizo necesario justificar semejante innovación jurídica (de facto los pontífices
ejercían ya una no bien determinada jurisdicción gubernativa desde las invasiones bárbaras)
se recurrió al viejo método medieval de "inventar" un documento que retrotrajese en el tiempo
la situación que se daba en el presente. Este fue el nacimiento del
documento que ha pasado a la historia como la Donatio Constantini (ss. VIII-IX).
El largo proceso de acercamiento entre el pontificado y el reino franco que comienza
en el pontificado del Papa Gregorio Magno (590-604), alcanza uno de sus puntos
culminantes en la unción real con la que el Papa Esteban II
en el pontificado del Papa Gregorio Magno (590-604), alcanza uno de sus puntos
culminantes en la unción real con la que el Papa Esteban II
constituyó al mayordomo palatino Pipino el Breve como rey de los francos y
patricius romanorum, dando por extinguida la dinastía merovingia (752).
De este modo el Papa se arrogaba la capacidad de traspasar la dignidad real de una
dinastía a otra y a la vez, como contrapartida, concedía al rey de los francos la capacidad
patricius romanorum, dando por extinguida la dinastía merovingia (752).
De este modo el Papa se arrogaba la capacidad de traspasar la dignidad real de una
dinastía a otra y a la vez, como contrapartida, concedía al rey de los francos la capacidad
de intervenir en los asuntos italianos. De hecho Pipino cruzó los Alpes en dos ocasiones
para reconquistar vastas regiones de la península italiana de manos de los lombardos y
las donó a san Pedro, el Príncipe de los Apóstoles; de este modo se
constituyeron en pleno siglo VIII los estados de la Iglesia, y el Papa
quedó convertido en un monarca temporal.
Cuando se hizo necesario justificar semejante innovación jurídica (de facto los pontífices
ejercían ya una no bien determinada jurisdicción gubernativa desde las invasiones bárbaras)
se recurrió al viejo método medieval de "inventar" un documento que retrotrajese en el tiempo
la situación que se daba en el presente. Este fue el nacimiento del
documento que ha pasado a la historia como la Donatio Constantini (ss. VIII-IX).
Efectos de la "Donación"
La "Donación de Constantino" indicaba que el papa Silvestre I había recibido del emperador
romano Constantino I el derecho de gobernar la ciudad de Roma y sus alrededores
de la misma manera que un monarca temporal, sosteniendo además derechos del
Papado para intervenir en los asuntos políticos de Italia y del Imperio Romano de Occidente,
así como de una sucesión de territorios adicionales (Grecia, Judea, Tracia, Asia Menor, África),
formando así una autoridad religiosa dotada de poderes gubernamentales.
La Donación de Constantino fue mencionada por vez primera en una comunicación del papa
Adriano I a Carlomagno, a inicios del siglo IX, pero fue utilizada en un documento oficial recién
a mediados del siglo XI cuando textos de la "Donación" son citados por el papa León IX
como argumentos para requerir a Miguel I Cerulario, patriarca ortodoxo de Bizancio,
que debía reconocerse la sujeción del Imperio Bizantino a la sede papal de Roma
en tanto solamente a ésta correspondía la jefatura universal del cristianismo.
En ese requerimiento de León IX se informaba a Miguel Cerulario que los derechos del
Papado no surgen de simples rumores o costumbres sino de la "Donación de Constantino",
documento emitido por Constantino el Grande. Posteriormente, en las querellas
entre el Papado y el Sacro Imperio Romano Germánico, la "Donación" sirvió como
argumento para justificar el "derecho" del Papa a gobernar territorios en Italia y
conducirse como un monarca efectivo de esos territorios, que fueron conocidos como
La "Donación de Constantino" indicaba que el papa Silvestre I había recibido del emperador
romano Constantino I el derecho de gobernar la ciudad de Roma y sus alrededores
de la misma manera que un monarca temporal, sosteniendo además derechos del
Papado para intervenir en los asuntos políticos de Italia y del Imperio Romano de Occidente,
así como de una sucesión de territorios adicionales (Grecia, Judea, Tracia, Asia Menor, África),
formando así una autoridad religiosa dotada de poderes gubernamentales.
La Donación de Constantino fue mencionada por vez primera en una comunicación del papa
Adriano I a Carlomagno, a inicios del siglo IX, pero fue utilizada en un documento oficial recién
a mediados del siglo XI cuando textos de la "Donación" son citados por el papa León IX
como argumentos para requerir a Miguel I Cerulario, patriarca ortodoxo de Bizancio,
que debía reconocerse la sujeción del Imperio Bizantino a la sede papal de Roma
en tanto solamente a ésta correspondía la jefatura universal del cristianismo.
En ese requerimiento de León IX se informaba a Miguel Cerulario que los derechos del
Papado no surgen de simples rumores o costumbres sino de la "Donación de Constantino",
documento emitido por Constantino el Grande. Posteriormente, en las querellas
entre el Papado y el Sacro Imperio Romano Germánico, la "Donación" sirvió como
argumento para justificar el "derecho" del Papa a gobernar territorios en Italia y
entre el Papado y el Sacro Imperio Romano Germánico, la "Donación" sirvió como
argumento para justificar el "derecho" del Papa a gobernar territorios en Italia y
conducirse como un monarca efectivo de esos territorios, que fueron conocidos como
Descubrimiento del fraude
Ya el emperador Otón III había dudado hacia el año 1000 de la autenticidad de la "Donación de
Constantino", pero en general los intelectuales de la Edad Media europea no cuestionaban su
escritos y documentos de la antigüedad grecorromana fueran analizados nuevamente gracias
a los nuevos conocimientos adquiridos por los estudiosos humanistas de la época.
Precisamente fue en 1440 que el humanista italiano Lorenzo Valla demostró que la "Donación"
era un engaño pues el análisis lingüístico del texto incorporaba giros idiomáticos y palabras
que no existían en el latín de los años finales del Imperio Romano. Incluso el texto mostraba
la palabra "feudo" que era un concepto desconocido en Europa a inicios del siglo IV,
por lo cual la fecha de redacción de la "Donación" debía ser forzosamente posterior.
Pocos años antes, el cardenal y humanista Nicolás de Cusa también había planteado que
el documento apenas constituía una falsificación.
Al mismo tiempo el análisis de Valla fue reforzado por el teólogo y escolástico inglés
Reginald Pecocke,quien reafirmó tras un análisis idiomático que la "Donación" debía ser
sin duda un fraude, al ser imposible que tal documento hubiera sido escrito en el año 300.
Oficialmente el Papado jamás ha declarado la falsedad de la "Donación" pero
paulatinamente dejó de ser invocado como sustento legal para la existencia de los Estados
Pontificios desde mediados del siglo XV. Inclusive, ni siquiera fue citado en la
Bula Inter Caetera de 1493 cuando el Papado se atribuyó facultades para dividir
el Nuevo Mundo entre España y Portugal.
Ya el emperador Otón III había dudado hacia el año 1000 de la autenticidad de la "Donación de
Constantino", pero en general los intelectuales de la Edad Media europea no cuestionaban su
escritos y documentos de la antigüedad grecorromana fueran analizados nuevamente gracias
a los nuevos conocimientos adquiridos por los estudiosos humanistas de la época.
Precisamente fue en 1440 que el humanista italiano Lorenzo Valla demostró que la "Donación"
era un engaño pues el análisis lingüístico del texto incorporaba giros idiomáticos y palabras
que no existían en el latín de los años finales del Imperio Romano. Incluso el texto mostraba
la palabra "feudo" que era un concepto desconocido en Europa a inicios del siglo IV,
por lo cual la fecha de redacción de la "Donación" debía ser forzosamente posterior.
Pocos años antes, el cardenal y humanista Nicolás de Cusa también había planteado que
el documento apenas constituía una falsificación.
que no existían en el latín de los años finales del Imperio Romano. Incluso el texto mostraba
la palabra "feudo" que era un concepto desconocido en Europa a inicios del siglo IV,
por lo cual la fecha de redacción de la "Donación" debía ser forzosamente posterior.
Pocos años antes, el cardenal y humanista Nicolás de Cusa también había planteado que
el documento apenas constituía una falsificación.
Al mismo tiempo el análisis de Valla fue reforzado por el teólogo y escolástico inglés
Reginald Pecocke,quien reafirmó tras un análisis idiomático que la "Donación" debía ser
sin duda un fraude, al ser imposible que tal documento hubiera sido escrito en el año 300.
Oficialmente el Papado jamás ha declarado la falsedad de la "Donación" pero
paulatinamente dejó de ser invocado como sustento legal para la existencia de los Estados
Pontificios desde mediados del siglo XV. Inclusive, ni siquiera fue citado en la
Bula Inter Caetera de 1493 cuando el Papado se atribuyó facultades para dividir
el Nuevo Mundo entre España y Portugal.
Reginald Pecocke,quien reafirmó tras un análisis idiomático que la "Donación" debía ser
sin duda un fraude, al ser imposible que tal documento hubiera sido escrito en el año 300.
Oficialmente el Papado jamás ha declarado la falsedad de la "Donación" pero
paulatinamente dejó de ser invocado como sustento legal para la existencia de los Estados
Pontificios desde mediados del siglo XV. Inclusive, ni siquiera fue citado en la
Bula Inter Caetera de 1493 cuando el Papado se atribuyó facultades para dividir
el Nuevo Mundo entre España y Portugal.
Posible origen
Se ha sugerido, desde entonces, que la "Donación de Constantino" fue un texto redactado
posiblemente hacia el año 750, cuando el papa Esteban II debía negociar con Pipino el Breve,
rey de los francos, para que dicho monarca asegurase al Papado un territorio propio en Italia
donde ejercer autoridad gubernamental. En tal situación, el papa Esteban II convalidó que
Pipino usurpase el trono de Francia y derrocase a la legítima dinastía merovingia, a cambio
que Pipino otorgase al Papado los territorios italianos que el Reino de Lombardía había
arrebatado al Imperio Bizantino.
Para lograr este fin se habría utilizado la apócrifa "Donación de Constantino", por el cual el
Papado elaboró un documento supuestamente emitido en los últimos años
del Imperio Romano, para utilizarlo como argumento legal con el que sostener los "derechos"
papales a gobernar vastas regiones de Italia.
EL Vaticano
Se ha sugerido, desde entonces, que la "Donación de Constantino" fue un texto redactado
posiblemente hacia el año 750, cuando el papa Esteban II debía negociar con Pipino el Breve,
rey de los francos, para que dicho monarca asegurase al Papado un territorio propio en Italia
donde ejercer autoridad gubernamental. En tal situación, el papa Esteban II convalidó que
Pipino usurpase el trono de Francia y derrocase a la legítima dinastía merovingia, a cambio
que Pipino otorgase al Papado los territorios italianos que el Reino de Lombardía había
arrebatado al Imperio Bizantino.
Para lograr este fin se habría utilizado la apócrifa "Donación de Constantino", por el cual el
Papado elaboró un documento supuestamente emitido en los últimos años
del Imperio Romano, para utilizarlo como argumento legal con el que sostener los "derechos"
papales a gobernar vastas regiones de Italia.
Papado elaboró un documento supuestamente emitido en los últimos años
del Imperio Romano, para utilizarlo como argumento legal con el que sostener los "derechos"
papales a gobernar vastas regiones de Italia.
La colina del Vaticano es un cerro ubicado al otro lado del río Tíber desde los tradicionales siete colinas de Roma. Es la ubicación de la Basílica de San Pedro.
Los antiguos romanos tenían diversas opiniones sobre la derivación de las Vaticanus palabra latina. Varro conectado a un Vaticanus Deus o Vagitanus, una deidad romana cree que dotar a los recién nacidos con la capacidad para el habla evidenciado por su primera gemido. Explicación bastante complicada de Varrón refiere esta función a la deidad tutelar del lugar y de las competencias avanzadas de voz que posee un profeta, como en conserva por la tarde anticuario Aulo Gelio:
Se nos ha dicho que la palabra Vaticano se aplica a la colina, y la deidad que lo preside, desde el vaticinia o profecías, que tuvo lugar allí por el poder y la inspiración del dios, pero Marcus Varro, en su libro sobre Las cosas divinas, da otra razón para este nombre. "Como AIUs," dice él, "se llamó a una deidad, y un altar fue construido a su honor en la parte más baja de la nueva carretera, ya que en ese lugar se oyó una voz del cielo, por lo que esta deidad fue llamada Vaticanus, porque presidió los principios de la voz humana, para los niños, tan pronto como nacen, hacer el sonido que constituye la primera sílaba en el Vaticano, y por lo tanto se dice que vagire palabra expresa el ruido que un niño hace primero ".
San Agustín, que estaba familiarizado con las obras de Varrón sobre la antigua teología romana, menciona esta deidad tres veces en La Ciudad de Dios.
Vaticanus es más probable que se derivan, de hecho, a partir del nombre de un asentamiento etrusco, posiblemente llamado Vatica o Vaticum, ubicada en el área general de los romanos llamaban Ager Vaticanus, "territorio del Vaticano". Si existiera tal acuerdo, sin embargo, no hay rastro de que se ha descubierto. El fasti consular conservar un personal Vaticanus nombre en la mitad del siglo quinto antes de Cristo, de la relación desconocida por el nombre del lugar.
La topografía de la antigua Roma
Vaticanus Mons era casi siempre un nombre en latín clásico para el Janículo. Cicerón utiliza la forma plural Vaticani Montes en un contexto que parece incluir la Colina Vaticana moderna, así como el Monte Mario y la colina de Janículo.
El Vat. o Campus Vaticanus era originalmente una zona de nivel entre el Vaticanus Mons y el Tíber. Durante la época republicana, era un sitio malsano frecuentado por los indigentes. Calígula y Nerón utilizan el área para ejercicios de carros, como en el Gaianum, y la renovación se sintió alentado por la construcción del Circo de Nerón, también conocido como el Circus Vaticanus o simplemente el
Vaticano
La ubicación de las tumbas cerca del Circus Vaticanus es mencionado en algunas fuentes tardías.
Vaticanus Mons llegó a referirse a la moderna Colina Vaticana como resultado de llamar a toda la zona del "Vaticano" a través de su identificación con el circo. Uso cristiano del nombre fue impulsado por el martirio de San Pedro allí. A partir del siglo cuarto dC, comenzó la construcción de la Basílica de San Pedro Viejo en un cementerio que es el sitio tradicional de la tumba de San Pedro. Alrededor de este tiempo, el nombre de Mons Vaticanus se estableció en su uso moderno, y la colina de Janículo se distingue de ella como la Ianiculensis Mons.
Vaticano
La ubicación de las tumbas cerca del Circus Vaticanus es mencionado en algunas fuentes tardías.
¿Vatika, pondrá su cuota para el cambio?
El cementerio pagano escondido bajo el Vaticano
Sábado, 4 de enero de 2014
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